A principios de 2009 el caso de
Los Cinco fue presentado a la Corte Suprema, tras no haberse conseguido justicia en el tribunal de apelaciones del 11º Circuito. Para presentarlo se acudió a Tom Goldstein, un joven y prestigioso abogado, con una hoja de éxitos ante esta instancia en la que se ha especializado.
Tom Goldstein, que pudiera ser considerado un “as” en la Corte Suprema, añadía a la defensa otra ventaja: Como comentarista para la CNN, especializado en casos que se ventilan en el máximo tribunal, nos ofrecía la esperanza de que al fin se rompiera el cerco mediático alrededor del caso. Al menos eso era lo que él, con toda lógica, esperaba.
- No te hagas demasiadas expectativas –le advirtieron algunos con cautela y mejor conocimiento de causa- este caso no se parece a ningún otro y la prensa no se inclinará tan fácilmente a cubrirlo.
Pero Tom no se amilanó y realizó un gran trabajo. Su escrito legal para la corte fue impecable. Enlistó el concurso de numerosas organizaciones de abogados internacionales y norteamericanas, parlamentos, personalidades de todo el mundo y 10 premios Nobel. Abogados estadounidenses redactaron en su representación doce “Amicus Curiae”, o “Amigos de la Corte”, figura jurídica que permite a terceras partes, interesadas en que se haga justicia, pedir al panel que acoja el caso.
Con todo listo el abogado llamó a una conferencia de prensa. No fue nadie. Ni siquiera la CNN, para la que trabajaba como comentarista, le hizo el favor de cubrir su apelación.
El 15 de junio de 2009 la Corte Suprema, sin que mediara argumento, rechazó revisar el caso de los Cinco. Nadie se enteró en los Estados Unidos de que había acabado de cerrarse la puerta a un caso que concitó un número record de Amicus Cureae en la historia de la jurisprudencia norteamericana.
El listado de los firmantes de los Amicus sigue a continuación, con los vínculos a los doce documentos originales.
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