Entre gallos y medianoche, los legisladores del PRO declararon a Hilda Molina Personalidad destacada de los Derechos Humanos en la ciudad de Buenos Aires.
Ocurrió el 23 de octubre próximo pasado, apenas unos días antes de que el 28 de octubre, por vigésima tercera vez y con abrumadora mayoría de 188 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones, el mundo reconociera una vez más los logros de la Revolución Cubana y votara en la Asamblea General de las Naciones Unidas a favor de la Necesidad de Poner Fin al Bloqueo Económico, Comercial y Financiero en contra de Cuba.
El Proyecto fue aprobado apurando el trámite, sin respetar los procedimientos que se siguen habitualmente y contó con el voto positivo de 25 integrantes del PRO, 2 miembros de la Coalición Cívica y 2 del SUMA+...
..Estos legisladores, en lugar de dedicarse a investigar y resolver las necesidades y los problemas de los habitantes de la ciudad se dedican, a elaborar proyectos de condecoración a personajes de dudosos antecedentes como es el caso de la médica cubana, Hilda Molina, declarándola Personalidad Destacada de los Derechos Humanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, configurando este hecho, un verdadero despropósito que desmerece a los auténticos luchadores por los Derechos Humanos en nuestro país y ofende la memoria histórica de nuestro pueblo.
Te adjuntamos el Pronunciamiento de nuestro Comité y la copia de la Sesión en la Legislatura.
Buenos Aires, 30 de
octubre de 2014
Entre gallos y medianoche,
los legisladores del PRO, declararon a Hilda Molina, Personalidad destacada de
los Derechos Humanos
El
23 de octubre próximo pasado, se produjo en
la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un hecho insólito. Respondiendo a un proyecto elaborado
por la Diputados del Pro, Alejandra Caballero y Héctor Huici, los legisladores de la
ciudad aprobaron una resolución que
declara a la médica cubana Hilda Molina, Personalidad
Destacada de los Derechos Humanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El
Proyecto fue aprobado apurando el trámite,
sin respetar los procedimientos que se siguen habitualmente y contó con
el :
-
Se registran los siguientes votos positivos: Acevedo, Arenaza, Bauab,
Caballero, de la Torre, Ferraro, Forchieri, Garayalde, García, Gorbea, Herrero,
Huici, Martínez Barrios, Moscariello, Oliveto Lago, Pagani, Petrella, Polledo,
Presti, Quattromano, Quintana, Rebot, Ritondo, Roldán Méndez, Rossi, Rueda,
Salvai, Seijo y Villalba.
-
Se registran los siguientes votos negativos: Alegre, Aragón, Bergel,
Campagnoli, Cerruti, Ferreyra, Form, Fuks, González Gass, Ibarra, Muiños,
Neira, Pokoik, Rachid y Vera.
-
Se registran las siguientes abstenciones: Bodart, García de Aurteneche,
Gentilini, Ocaña y Ramal.
voto positivo de 25 integrantes del
PRO, 2 miembros de la Coalición Cívica y 2 del SUMA+ (Acevedo, Arenaza, Bauab, Caballero, de la Torre, Ferraro, Forchieri, Garayalde, García, Gorbea, Herrero, Huici, Martínez Barrios, Moscariello, Oliveto Lago, Pagani, Petrella, Polledo, Presti, Quattromano, Quintana, Rebot, Ritondo, Roldán Méndez, Rossi, Rueda, Salvai, Seijo y Villalba).
Se opusieron 8 diputados del Frente Para la Victoria, 3 de Nuevo
Encuentro, 2 de Bien Común, 1 de PSA, 1 de Seamos Libres y 1 de Frente
Progresista Popular (Alegre, Aragón,
Bergel, Campagnoli, Cerruti, Ferreyra, Form, Fuks, González Gass, Ibarra,
Muiños, Neira, Pokoik, Rachid y Vera).
Se abstuvieron 5 diputados, Bodart del MST, García de Aurterneche y Ocaña de Confianza Pública, Gentilini de Proyecto Sur y Ramal de FIT-PO
Estos legisladores que impulsaron y
apoyaron la propuesta, a quienes la Ciudad destina recursos públicos para que asistan
a los ciudadanos, investiguen sus necesidades y resuelvan sus problemas,
se dedican, en cambio, a elaborar proyectos de condecoración a
personajes de dudosos antecedentes como es el caso de la médica cubana, Hilda
Molina, declarándola Personalidad Destacada de los Derechos
Humanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, configurando este hecho, un
verdadero despropósito que desmerece a los auténticos luchadores por los
Derechos Humanos en nuestro país y ofende la
memoria histórica de nuestro pueblo.
Lo cierto es que la señora Hilda Molina
no ha realizado ni realiza en Cuba, su país de origen, ni mucho menos aquí, en
la ciudad de Buenos Aires, labor alguna que se relacione con la Defensa de los
Derechos Humanos. Por lo contrario, ya instalada entre nosotros, se permitió
criticar a las Madres y Abuelas de Plaza
de Mayo a quienes acusó de demonizar a las personas que piensan diferente y de
“reverenciar a una dictadura como la castrista”, declaraciones éstas que merecieron la respuesta de la titular de
Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien le recomendó “no juzgar a
nadie”, agregando que “quien ofende el
pañuelo, esté arriba de la cabeza de quien sea, está ofendiendo a todas”.
La citada
señora se ha desempeñado en Cuba
como médica en el campo de la Neurología
y de la Neurociencia pero eso no constituye en modo alguno una
excepción, ni un mérito individual, en un país que posee la mayor cantidad de
médicos por habitante en el mundo, que ha destinado y destina profesionales
para desarrollar labores solidarias en los sitios más inhóspitos del planeta,
que ahora mismo ha enviado 400 experimentados
médicos internacionalistas para combatir el Ébola en África y que ha
formado y forma jóvenes que luego regresan a sus países de origen para ejercer
la medicina en beneficio de los sectores más postergados.
Los legisladores del PRO no deberían
emplear su tiempo ni malgastar sus energías en sacar de la galera condecoraciones que esconden tras de sí el
verdadero propósito de desprestigiar al pueblo y al gobierno de Cuba,
obedeciendo a mandantes cuya identidad, no revelada, resulta fácil imaginar.
Sería pertinente, en
cambio, que investigaran si es cierto
que la doctora Molina se apropió de donaciones destinadas al CIREN, actuando
como si ella fuera la verdadera y única propietaria de ese prestigioso Centro Médico que, como todas las
instituciones de esas características en Cuba, pertenecen al Estado y al pueblo
cubanos. Sería
interesante también determinar de dónde vinieron los fondos que utilizó su hijo, el doctor
Roberto Quiñones, para instalar su Centro de Rehabilitación Rebiogral.
Pero, los diputados que galardonaron a la
“Doctora”, no están interesados en ninguna de estas acciones. Ponen, en cambio,
todo su empeño en tratar de desprestigiar a Cuba pocos días antes de que el 28 de octubre próximo pasado, por 23° vez consecutiva y con abrumadora mayoría de 188 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones, el mundo entero reconociera una vez más, los logros
de la Revolución Cubana y votara en la Asamblea General de las Naciones
Unidas, a favor de la Necesidad de Poner Fin al Bloqueo Económico,
Comercial y Financiero de EEUU en contra de
Cuba.No parece ser mera coincidencia
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SESIÓN
DEL 23/10/72014
LEGISLATURA DE
LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Sr. Secretario (Schillagi).- Cuenta con dictamen de
mayoría y dictamen de minoría.
Sr. Presidente (Ritondo).- En consideración.
Sra. Caballero.- Pido la palabra.
Señor presidente: algunas
personas eligen recorrer el camino corto y circular por atajos, mientras que
otras personas eligen recorrer todo el camino y hacerlo paso a paso.
Me parece que este pensamiento define bastante bien a la
doctora Hilda Molina.
Mientras anoche escribía estas palabras, pensé en
proponerles a mis pares que me acompañen en este breve análisis.
Pensaba en una estudiante de
medicina, graduada con honores, neurocirujana, comprometida con el prójimo y
con la salud pública; una médica que estudió y se capacitó para poner su
talento y conocimientos al servicio de su país, es decir, de sus compatriotas.
También pensaba en una
notable profesional del arte de curar que pudiendo escaparse a otras latitudes
en donde sus conocimientos fueran remunerados de acuerdo con su extraordinaria
calidad y excelencia médica prefirió quedarse a pelearla en su país.
Pensaba en una médica que
aceptó sin vacilar llevar sus conocimientos y capacidades a otros países
lejanos, aun corriendo riesgos personales, para intentar paliar las desgracias
que habitantes de otros lugares del mundo padecían.
Pensaba en esta médica que
hizo viajes humanitarios, dio charlas y clases académicas. Y como sintió que
todo eso no era suficiente, escribió múltiples trabajos científicos y de
investigación que fueron publicados por los organismos internacionales de
medicina más prestigiosos del mundo. Por toda esta inmensa labor, esta médica
recibió
premios y galardones de toda la comunidad neurológica
internacional.
- Murmullos en la Sala.
Sr. Presidente (Ritondo).- Silencio, por favor.
Continúa en el uso de la palabra la diputada Caballero.
Sra. Caballero.- Por último,
pensaba en un país –cualquier país, póngale el nombre que más le guste, señor
presidente– que tuvo el honor de recibirla para que viva en libertad una etapa
dorada de la vida, de reconocimiento y de disfrute pacífico de sus hijos y
nietos.
Después de pensar en todo
esto me pregunté: ¿podrá haber alguien que se oponga a declarar a esta pequeña
gran personalidad destacada de los derechos humanos? Entonces,también pensé que
nadie debería…
- Murmullos en la Sala.
Sr. Presidente (Ritondo).- Silencio, por favor.
Continúa en el uso de la palabra la diputada Caballero.
Sra. Caballero.- Podremos
tener diferentes opiniones en todos los campos, pero sé que nadie puede negar
la realidad fáctica de lo que representa la incuestionable trayectoria de la doctora
Hilda Molina, así como nadie puede negar su pacífica perseverancia e
inclaudicable lucha por sus valores, por sus ideales, por sus compatriotas, por
reencontrarse con su familia y por su libertad durante años de encierro y
padecimiento sin haber cometido delito alguno y siendo condenada social y
políticamente por pensar distinto, por levantar su voz con un análisis crítico
del gobierno, del régimen que abrazó y al que le entregó con amor su vida sin
condicionamientos durante su juventud y gran parte de su vida.
Sin embargo, todo este
ejercicio parece que sólo sería posible si la neuróloga encuestión fuera un
personaje imaginario o la heroína de un libro de García Márquez o Isabel
Allende. Pero si esta mujer no es imaginaria, si es real, de carne y hueso y
que además tiene una nacionalidad, un nombre y un apellido determinados, a
partir de estas condiciones, por cuestiones de “supuesta” ideología y porque
esta neuróloga…
- Murmullos en la Sala.
Sr. Presidente (Ritondo).- Silencio, por favor.
Continúa en el uso de la palabra la diputada Caballero.
Sra. Caballero.- Sucede que
por las ideas del gobierno, al instante desaparece la valoración del trabajo
extraordinario y de la abnegación de esta médica y se oponen a su nombramiento.
Por todo lo que acabo de
exponer, señor presidente, propongo que en esta oportunidad logremos entre
todos dar un salto de calidad y alcancemos a valorar el magnífico trabajo
científico y humanitario reconocido internacionalmente y la abnegación y el
sacrificio personal de la doctora Hilda Molina, más allá de nuestras
ideologías, más allá de nuestras pequeñas mezquindades políticas y más allá de
diferencias coyunturales cotidianas.
Creo que fue Pericles quien
dijo: “Detrás de cada edificio de la Acrópolis hay hombres y mujeres valientes
que, simplemente, hicieron su trabajo”. Creo que en el caso de la doctora Hilda
Molina, lo que se le reconoce internacionalmente es que hizo mucho más que su
simple trabajo. Por eso proponemos esta declaración de personalidad destacada
de los derechos humanos.
Les propongo que alguna vez
–que esta vez– nos acompañen en esta declaración que sólo pretende resaltar las cualidades
profesionales y la calidad humana de una mujer médica, neuróloga, que nos honra
con su permanencia en nuestra tierra. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Ritondo).- Tiene la palabra el diputado
Campagnoli y la diputada Rachid.
Pero vamos a alterar el
orden: primero, tiene la palabra la diputada Rachid y luego el diputado
Campagnoli.
Sra. Rachid.- Voy a ser muy breve.
Señor presidente:
simplemente, quiero reflejar la posición de quienes elaboramos el despacho de
minoría. En ese sentido, sólo quiero decir que la señora Hilda Molina no
presenta antecedentes ni en su país de origen y menos aún en esta ciudad que
ameriten su declaración como personalidad destacada en el ámbito de los
derechos humanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Y habiendo dicho esto, que
es lo que expresamente dice el dictamen de minoría, ya a título personal quiero
agregar que, en primer lugar, no estamos hablando de una declaración de
personalidad destacada del ámbito de la salud, sino del ámbito de los derechos
humanos. Y la señora Hilda Molina no solo no presenta antecedentes en este
campo ni en su país ni en la Ciudad de Buenos Aires sino que, además, los ejemplos
que hay en el proyecto y en el dictamen respecto de sus méritos son simplemente
–la mayoría de ellos– declaraciones y actividades contra el gobierno
revolucionario de Cuba, con los que, por supuesto, no estoy de acuerdo.
(Aplausos).
Sr. Presidente (Ritondo).- Tiene la palabra el diputado
Campagnoli.
Sr. Campagnoli.- Señor
presidente: seré breve. Me quiero sumar a las palabras de la diputada Rachid y
plantear dos cuestiones. La primera, como decía la diputada Rachid, los
antecedentes de la doctora Hilda Molina tienen que ver con la neurociencia y
con la neurocirugía, pero no con la defensa de los derechos humanos.
Por otro lado, el caso de
Hilda Molina como médica destacada, no es un caso excepcional en un país en el
que esta médica es una rara avis que tuvo por mérito propio o por derecho
divino la posibilidad de destacarse. Nos guste o no, es producto de un proceso
político determinado que produjo la mayor cantidad de médicos por habitantes
del mundo.
Cuba es el país que tiene
mayor cantidad de médicos por habitante en el mundo. Así como tiene más
docentes por habitante en el mundo; más que cualquier otro país. Entonces, es
producto de un proceso político, de un modelo político, de un sistema político
que produce y que destina recursos para eso. Cuba en este momento está
destinando 400 médicos y científicos a combatir el Ébola en África. Y Cuba ha
destinado miles de médicos en los últimos años a 80 de los 195 países del mundo
para combatir distintos tipos de epidemias y pandemias, a los que pocos médicos
del mundo asisten. Es decir, existe una cultura y una tradición profunda de la
cual Hilda Molina es una expresión.
Pero creo que no hay una
intención de premiar a Hilda Molina como médica, como un producto sui generis
de Cuba. Existe una intención de usar la figura de Hilda Molina, colocarla como
emblema de la defensa de los derechos humanos para intentar, de alguna manera,
golpear, hostigar o erosionar la figura que tienen Cuba y la revolución cubana
en el mundo. Es una revolución que genera adhesiones en muchísimos rincones del
planeta y me parece que este mecanismo es para ir en contra de ciertos valores
que esa revolución expresa, como la dedicación a la salud, a la educación,
mayores niveles de dignidad, menores niveles de pobreza y mayores niveles de
justicia. Creo que, en el fondo, esta es la intención que tiene este
nombramiento.
Por lo tanto, nosotros hicimos un dictamen de minoría y
vamos a votar en contra de este dictamen de mayoría. (Aplausos).
Sr. Presidente (Ritondo).- Tiene la palabra el diputado
Bergel.
Sr. Bergel.- Señor
presidente: seré muy breve porque los dos diputados preopinantes han dicho todo
lo que pensamos a este respecto y en eso se fundamenta nuestro voto negativo
para este proyecto.
Sr. Presidente (Ritondo).- Tiene la palabra la diputada
González Gass.
Sra. González Gass.- Señor
presidente: en el mismo sentido que los diputados preopinantes, quiero dejar
asentado mi voto negativo para esta distinción.
Sr. Presidente (Ritondo).- Tiene la palabra el diputado
Ibarra.
Sr. Ibarra.- Señor
presidente: también, basándome en los argumentos dados por la diputada Rachid y
el diputado Campagnoli, quiero expresar nuestro voto negativo. Pero, además,
con una particularidad: si hay alguien emblemático en la Ciudad de Buenos Aires
y en la Argentina que es representativo no solo aquí, sino internacionalmente,
de los derechos humanos, son las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Hilda
Molina criticó a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo, simplemente,
porque dijeron que apoyaban al gobierno de Cuba. Por ello, me parece que esto
va encaminado a esa posición política y no, como decía la diputada Rachid, a
hacer una defensa de los derechos humanos.
Por lo tanto, por los
motivos expuestos y habiendo agregado estas palabras, nuestro voto es negativo.
Sr. Bodart.- Pido la palabra.
Señor presidente: varios
diputados hicieron mención a una contradicción. Los argumentos que se han dado
hablarían más de una declaración en relación con la salud que vinculada con los
derechos humanos. Queda claro que, en realidad, no se está intentando destacar
sus virtudes, sino entrar en el tema de la condena a Cuba vía una declaración
de este tipo.
Particularmente, tengo
muchas diferencias con el régimen cubano. Defiendo el proceso revolucionario y
cuestiono el tema de las libertades, porque precisamente considero que es un
régimen que tiene elementos de autoritarismo, burocráticos, etcétera. Sin
embargo, pienso que los que pretenden condenar a Cuba y resaltar el tema de los
derechos humanos no son ejemplo de nada, porque son los que violan
permanentemente los derechos humanos. Las campañas que, en general, utilizan
personajes como el de la doctora lo hacen para resaltar supuestos valores
morales y de derechos humanos que no tienen nada que ver con los valores que yo
defiendo, que son los valores de los derechos humanos.
Sinceramente, no voy a
acompañar este proyecto. En realidad, me voy a abstener en la votación porque
creo que se lo trae para entrar en un debate que no se pretende abrir de manera
clara. Más que hacer esto, habría que proponer una crítica al régimen cubano y
abrir un debate sobre el régimen que cada uno propone, porque muchos que lo
critican quieren volver atrás en el capitalismo.
Personalmente, lejos de eso,
yo quisiera que en Cuba se superaran los problemas, pero para avanzar en un
sentido socialista. Por lo tanto, creo que no hay ninguna posibilidad, por lo
menos por parte del mi bloque, de acompañar este tipo de resoluciones.
Y como tengo matices y
diferencias, me voy a abstener de votar porque, precisamente, creo que muchos
que hablan del régimen cubano apoyan más al gobierno que al proceso
revolucionario. De hecho, si apoyaran el proceso revolucionario, impulsarían
medidas parecidas en la Argentina.
Sinceramente, es por eso que me voy a abstener en la
votación y tampoco voy a votar con el otro bloque.
Sr. Ramal.- Pido la palabra.
Señor presidente: nuestro bloque también se va a abstener
en la votación de esta declaración. Voy a ser muy breve, porque realmente no
pensaba intervenir en este punto.
Cuba y la revolución cubana se encuentran indudablemente
en una encrucijada.
Evidentemente, hay dos
caminos antagónicos: uno, que tiene que ver con la búsqueda de una identidad y
una unidad, con la lucha internacional de la clase obrera, y con la posibilidad
de encontrar nuevas posibilidades al desafío de la revolución socialista; y el
otro camino –hay que decirlo: es el que el régimen cubano está emprendiendo– es
el de implementar medidas de restauración del capitalismo en la isla con
distintos tipos de concesiones al capital privado, no al pequeño capital, sino
al gran capital. Y en este plano hay debates actuales, por ejemplo, respecto de
una unificación monetaria, que implicaría un golpe muy importante a la
condición de vida y a las conquistas de los trabajadores y de la revolución
cubana.
Teniendo en cuenta este
curso restauracionista, el Frente de Izquierda no apoya las medidas que limitan
la acción o las libertades de organización del pueblo cubano. Y hay medidas de
regimentación.. Hay límites al derecho del pueblo de los trabajadores cubanos a
organizarse contra esta política de restauración.
Es claro que no vamos a
votar con el PRO un intento velado de condena, no a esta declinación de la
revolución cubana, sino a las conquistas de la revolución cubana. Por lo tanto,
no vamos a acompañar al PRO. Nuestra abstención –y no un voto en contra–
subraya nuestra independencia de un rumbo político, económico, burocrático y
restauracionista del capitalismo en la propia isla. Este es el sentido de
nuestra abstención.
Sr. Huici.- Pido la palabra.
Señor presidente: nunca ha
sido la intención de los que hemos firmado el proyecto y de los que hemos
despachado el dictamen de mayoría en la comisión abrir un debate a favor o de
condena del régimen cubano. Reconozco, como decía un diputado preopinante, los
logros que, en algunas facetas, puede mostrar la revolución cubana en materia
de educación y de salud. Es una verdad histórica que Cuba, dentro de los
estados latinoamericanos, siempre tuvo elevados estándares en esta materia.
Sin embargo, el debate no
pasa por ahí. Se ha hablado de capitalismo, de socialismo y de revolución, pero
el tema pasa por el respeto de un derecho humano esencial que es el que nos
motivó a presentar este proyecto –y del cual Hilda Molina es un símbolo–, que
es reconocido en el Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y en el Artículo 22 de la Convención Interamericana de Derechos
Humanos: el derecho de entrar y salir libremente del país en el que uno reside
y el de elegir con la misma libertad el país en el que uno quiere residir.
Durante 15 años, este derecho humano le fue desconocido a Hilda Molina. Por él,
ella luchó pacíficamente, integró la Comisión de los Derechos Humanos en Cuba y
le ha dedicado buena parte del relato en su autobiografía titulada Mi Verdad.
Esto es lo que quiero
destacar, como lo ha hecho esta Legislatura con otras personalidades. Los
testimonios de vida son precisamente los que han llevado a esta Legislatura a
destacar la lucha por los derechos humanos de los sobrevivientes del
Holocausto. De ninguna manera estoy comparando al régimen de Cuba con el
régimen nazi; nada más alejado de mi intención. Hay que señalar que, a veces,
se destacan ciertos testimonios personales de lucha por los derechos humanos.
En este caso, lo que hemos querido destacar es, precisamente, la defensa que ha
hecho Hilda Molina con su testimonio de vida. Las convenciones internacionales
no hacen más que recordarnos que los derechos humanos tienen carácter
universal.
En lo personal, no comparto
que solamente los estados pueden violar los derechos humanos. Pero sí recuerdo
que se nos enseñaba que, normalmente, el respeto de los derechos humanos se
exige de los gobiernos.
Reitero: no hay ninguna
intención, ni abierta ni encubierta, de abrir un debate –que por supuesto
podríamos dar–, sino simplemente destacar la lucha de Hilda Molina por este
derecho humano fundamental y que nos recuerda, insisto, el carácter universal
de estos derechos. (Aplausos).
Sr. Vera.- Pido la palabra.
Señor presidente: no
agregaré más a lo que ya expuso el diputado Bergel respecto de la posición de
Bien Común.
Si realmente la intención no
es generar una estigmatización o aprovechar la designación como personalidad
destacada para otro fin –como por ejemplo denigrar un régimen, un proceso o un
país determinado– en función del argumento planteado por una diputada del
bloque oficialista en su intervención y de los fundamentos de este proyecto, me
parece que si hubiera voluntad de llegar a un acuerdo, tendrían que devolverlo
a la Comisión de Salud, porque es una personalidad de la que, hasta ahora,
solamente se han destacado acciones en el ámbito de la salud; ni siquiera de la
Ciudad de Buenos Aires. Por lo tanto, nombrarla personalidad destacada en el
ámbito de los derechos humanos en la Ciudad de Buenos Aires sinceramente me
parece un disparate y un acto de oportunismo con otros fines.
Sr. Presidente (Ritondo).-
Se va a votar el despacho de mayoría en genera y particular por medio del
sistema electrónico.
-
Se registran los siguientes votos positivos: Acevedo, Arenaza, Bauab,
Caballero, de la Torre, Ferraro, Forchieri, Garayalde, García, Gorbea, Herrero,
Huici, Martínez Barrios, Moscariello, Oliveto Lago, Pagani, Petrella, Polledo,
Presti, Quattromano, Quintana, Rebot, Ritondo, Roldán Méndez, Rossi, Rueda,
Salvai, Seijo y Villalba.
-
Se registran los siguientes votos negativos: Alegre, Aragón, Bergel,
Campagnoli, Cerruti, Ferreyra, Form, Fuks, González Gass, Ibarra, Muiños,
Neira, Pokoik, Rachid y Vera.
-
Se registran las siguientes abstenciones: Bodart, García de Aurteneche,
Gentilini, Ocaña y Ramal.
Sr. Presidente (Ritondo).-
El resultado de la votación es el siguiente: 29 votos positivos, 15 negativos y
5 abstenciones.
Queda sancionada la ley.
- Aplausos en la barra.
Sr. Gullo.- Pido la palabra.
Señor presidente: solicito
que quede asentado mi voto negativo.
Sr. Presidente (Ritondo).-
Así se hará, señor diputado.
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