Perugia, 7 de junio de 2014
5 dias en Washington para LOS CINCO
Excelentísimo Papa Francisco,
me atrevo a escribirle, ... sin ser la primera persona que se dirige al Vaticano para pedir ayuda sobre un tema muy doloroso que concierne un caso de justicia y respeto humano.
No Le voy a esconder que no soy una persona creyente, todo lo contrario: lo declaro antes de pasar a explicar el caso del que quiero hablar, y sin embargo me dirijo a Ud pues me parece –¡ y en esto también no soy la única!- que Ud da muestras y de manera muy valiente de una sensibilidad verdadera hacia los sufrimientos de la humanidad y también hacia los sufrimientos que se deben a la injusticia.
Y la voz del Papa es muy fuerte, mucho más fuerte que la de los pueblos. A veces hasta los poderosos del mundo que hipócritamente aparentan, solo aparentan, una gran fe en Dios y respeto hacia Su iglesia... no pueden ignorarla.
Por todo esto, me dirijo a Ud, para rogarle valorar la oportunidad de alzar Su voz en defensa de los Cubanos presos en los EEUU desde el 1998 bajo el cargo de “espionaje”.
Ellos –los CINCO, como se les llama en todo el mundo- se fueron a Miami para infiltrarse dentro de las organizaciones terroristas radicadas allí, que planean y ejecutan actos sangrientos en territorio cubano, de los cuales se jactan abiertamente en todos los medios, y nunca fueron ni son inculpados y reprimidos. La tarea –voluntaria- de estos 5 hombres (ciudadanos cualesquiera, nada de “james bond”, más bien gente llena de amor y humanidad hacia su pueblo y lista al sacrificio de su propia vida normal, junto con la familia) era exactamente la de informar su patria sobre planes, fechas, lugares donde se iban a concretizar estas acciones criminales.
Hay que saber que Cuba a lo largo de los últimos 50 años ha tenido que llorar la muerte de 3478 ciudadanos, alcanzados por las acciones criminales de esas organizaciones de cubanos-estadounidenses: acciones todas denunciadas por parte de Cuba, con todo tipo de pruebas y documentos, a las autoridades policíacas de los EEUU, sin el más mínimo acuso de recibo.
La misma ONU declaró Cuba como País objeto de actividades terroristas.
El juicio con que se sancionaron los CINCO a larguísimas penas fue condenado por Amnesty International y por la Comisión Detenciones Arbitrarias de la ONU, pues fue un juicio político, que tiene sus raíces en el odio hacia Cuba de la parte poderosa de la comunidad cubana residente en Miami (aquella parte de la que parece depender siempre la elección del Presidente de los EEUU).
Será por eso que aunque durante su campaña electoral el actual Presidente Barack Obama había hablado de un “cambio” en la política hacia Cuba, este cambio todavía no se da.
En estos días por el tercer año en Washington se reúnen Parlamentarios, intelectuales, Premios Nobel (Perez Esquivel entre ellos) para pedir a Obama un indulto y para entrevistarse con los Congresistas, para dar a conocer el caso.
Dos de estos CINCO cubanos cumplieron con la pena (15 y 17 años) y regresaron hace poco a la Patria, los demás todavía siguen presos y para uno de ellos (Gerardo Hernandez Nordelo) está prevista la pena de morir en la cárcel dos veces y volver a nacer para pasar 15 años más en la cárcel y se le prohíbe también el derecho humano a recibir la visita de su esposa.
En mientras, los reos confesos, los que se jactan con las bombas puestas en la tierra de Cuba, pasean libremente -y muy mimados- por las calles de Miami (Luis Posada Carriles, entre los más famosos).
Cuánta crueldad e injusticia en el mundo.
Mi corazón está lleno de dolor. Y rabia, también, hay que confesarlo.
Llevo, y llevamos muchos pueblos en el mundo, una lucha apasionada desde hace 15 años. Inútil, pues el todo poderoso Presidente de los EEUU, que nada más que con un indulto pudiera solucionar una injusticia tan enorme, no nos está escuchando.
No logramos gritar bastante alto. Y él logra hacerse el sordo.
Le pido, Papa de los humildes, agregar Su voz a la nuestra.
Gracias por Su atención.
Anna Serena Bartolucci
Perugia, 7 de junio de 2014
Enviado por asicubaumbria
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