Por Javier Montenegro
Cubahora conversa con Percy Alvarado, agente cubano infiltrado en grupúsculos terroristas de Miami, sobre las diferentes formas de hacer terrorismo contra nuestro país…
No necesita presentación. Percy Francisco Alvarado Godoy (agente Fraile) es bien conocido por sus servicios prestados a la Revolución. Infiltrado en la Fundación Cubano-Americana (FNCA), gracias a él se detuvieron varios intentos de atentados terroristas a instalaciones turísticas del país. En agosto de 1998 se reveló su identidad y hoy utiliza su blog y las redes sociales para continuar la lucha contra el terrorismo mediático.
Cubahora tuvo la oportunidad de entrevistarle, a propósito de la Jornada Internacional por la Liberación de los Cinco, en una fecha donde han coincidido diferentes actos terroristas, como el asesinato del diplomático cubano Félix García Rodríguez, en 1980, y el atentado contra el World Trade Center, en 2001.
—El encarcelamiento de los cinco antiterroristas cubanos en Estados Unidos es un claro ejemplo de la hipocresía de Washington a la hora de tratar la guerra contra el terrorismo. ¿Cómo entender esta contradicción?
—Estados Unidos siempre se ha caracterizado por la manipulación por parte de las élites de poder de los temas de espionaje y terrorismo. Debemos ubicarnos dentro de un contexto específico: aunque existieron casos donde se manejó el tema del terrorismo y el espionaje desde los años cincuenta, la década de los 90 es una expresión muy clara de cómo Estados Unidos manipula este tema. En esa época realizó 116 acciones terroristas contra Cuba, dentro de ellas, conocidos, dieciocho planes de atentado contra el Comandante en Jefe.
“Cuba ofreció a los Estados Unidos toda la información disponible sobre las actividades que se realizaban en su país en 1998, en una de esas ocasiones, a través de la relación con García Márquez.
”El presidente Clinton envió una delegación del FBI a Cuba, a la que se le entregaron una serie de documentos sobre las actividades terroristas que se estaban llevando a cabo y 75 fichas de los principales terroristas radicados en territorio estadounidense. Un instructor nuestro, Roberto Hernández Caballero, viajó a la sede del FBI con las pruebas materiales de todos estos hechos. Junto con ello, se tomó la decisión, por parte de nuestro país, de sacarme a la luz pública para denunciar a la Fundación Cubano-Americana y a este grupúsculo contrarrevolucionario vinculado a acciones terroristas. Hasta ese momento, esta organización trataba de mantener una imagen no vinculada a tales actividades y solo aparentaba limitarse a realizar labor de lobby en el congreso norteamericano.
“En realidad, la FNCA sí había participado en acciones terroristas contra Cuba, financiando en la década de los ochenta a diferentes organizaciones. En los 90, ante la caída del campo socialista, intentaron intervenir directamente, tener protagonismo; así crearon una cédula, un grupo paramilitar secreto, llamado Consejo Nacional Cubano. Fue este grupo donde me infiltré y estuve trabajando durante varios años. A partir de entonces empieza a gestarse la oleada terrorista contras nuestras instalaciones turísticas y firmas extranjeras, ya que Cuba había determinado como salida para el Período Especial el desarrollo del turismo y la inversión extranjera. Fueron acciones bien planeadas para neutralizar nuestro esfuerzo de resolver la situación económico-social existente.
”Se puede decir, sin ningún temor, que Estados Unidos es una fábrica de terrorismo y lo usa para atacar a los países que salen de su espectro hegemónico. Tratan de neutralizar cualquier movimiento o intentos progresistas de otras naciones.
”En la década de los 70 y 80 ocurrió un hecho que desnudó cómo Estados Unidos había creado un Frankenstein. Los grupos terroristas cubanos engendrados por la CIA comenzaron a realizar acciones dentro de territorio estadounidense, ejemplo de esto es el Omega 7, dirigido por Eduardo Arosena, y también organizaciones vinculadas a Posada Carriles y Orlando Bosch.
”Además del ataque al avión de Barbados, hay otros ejemplos de terrorismo contra nuestro país, como: el intento de voladura de un avión en Jamaica, de ataque a una embajada en Portugal, o la colocación de bombas en envíos postales, que le costó graves heridas a una funcionaria cubana en Perú. También se planearon toda una serie de atentados contra el Comandante en Jefe, uno de ellos fue cuando su visita a Chile a la toma de posesión de Salvador Allende.
”Si retomamos la década de los 90, es cierto que al darse luz verde a los actos terroristas, Cuba se vio en la obligación de enviar a Estados Unidos todo un grupo de valiosos compañeros, dentro de los que tuve el privilegio de estar, para ser sus ojos y oídos en Miami, para que nos encargáramos de monitorear la actividad de estos grupos terroristas y a toda costa preservar la integridad de nuestro pueblo.
”Estos terroristas, no solo los cubanos, han afectado también en gran medida a los ciudadanos estadounidenses. ¿Cuándo se les complica el juego con los terroristas? El hecho de que hayan realizado varios atentados contra la sede del FBI en Miami y la policía de Metro Dade, y contra todas aquellas agencias de viaje, no representaba un impacto mediático tan grande como el dudoso ataque al World Trade Center.
”La primera visión que se le ofrece a la opinión pública internacional es que estos grupos terroristas, financiados y creados por Estados Unidos para enfrentarse a los rusos en Afganistán (Al Qaeda), fueron quienes perpetraron el ataque a las Torres Gemelas; quizás hayan usado a estos grupos para auto infligirse un golpe que llevara a la opinión pública a aceptar lo que vendría a ser la guerra contra el terrorismo, encabezada por Bush a partir de este ataque.
”También está el doble discurso relacionado con el espionaje. Estados Unidos impone la condición de que cualquier agente que represente un servicio del enemigo debe inscribirse ante el FBI como agente de un país extranjero. Cuba, ante el incremento de las acciones terroristas, se ve obligada a enviar toda una serie de compañeros a Miami. Entre estos grupos estaba yo, que respondía a la contrainteligencia y trabajaba totalmente solo, lo que me dio la posibilidad de evadir la actividad de los servicios de contraespionaje dentro de Estados Unidos, y tenía el antecedente de que era considerado por ellos un agente que había cumplido misiones de la CIA.
”Mientras, los Cinco pertenecían a la llamada Red Avispa. No podemos menospreciar a los servicios del FBI y el contraespionaje del enemigo. Nuestros compañeros fueron detectados mucho antes de ser capturados, pero el problema radica en qué tratamiento se les dio, desde el punto de vista de cómo Estados Unidos maneja estos hechos.
”Lo lógico hubiera sido haberles aplicado la pena de agentes no declarados, que conlleva de uno a diez años de privación de libertad; y, en el caso de Gerardo, Ramón y Fernando, haberles aplicado la pena de uso de documentación falsa. Si el juicio no se hubiera politizado, ni manipulado, esto hubiera conllevado, máximo, a unos quince años. Lo usual en este tipo de espionaje era haberlos tratado de otra forma, haberlos expulsado del país como sí ocurrió con algunos diplomáticos.
”Ellos han usado el tema del terrorismo y el espionaje para tratar de endilgarnos a nosotros dos culpas o supuestos delitos que están sustentados en la guerra ideológica contra Cuba, una es la de patrocinadores del terrorismo y la otra, una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos.
”El gobierno estadounidense crea a los terroristas, los usa, se les escapan de las manos, a veces se vuelven contra ellos y, paradójicamente, los siguen armando; he ahí un doble discurso ante la opinión pública mundial. Por un lado están combatiéndolos como hacen ahora en Iraq, pero a través de financiamiento secreto les siguen enviando armas. ¿Por qué? Están garantizando la oportunidad de poder intervenir en el Medio Oriente”.
—¿Cuánto ha variado la manera de hacer terrorismo contra Cuba hoy con relación al momento en que explotó en pleno vuelo el avión de Barbados?
—Totalmente. El crimen de Barbados ocurrió en el contexto de los años 70 y 80, donde los grupos terroristas llevaban una guerra alrededor del mundo contra Cuba, contra las instalaciones cubanas en el exterior. Después estuvo la oleada terrorista que se inició en 1997. Yo fui uno de los primeros en introducir explosivos en Cuba y detenerlos. Ese terrorismo estaba dirigido contra instalaciones turísticas, el último intento público fue en el 2001, con el tercer intento de volar Tropicana.
“No quiere decir esto que hayan abandonado el terrorismo contra Cuba. Recientemente fueron capturados cuatro individuos cuyo objetivo era sabotear instalaciones de las FAR. Incluso, cuando la visita del papa Benedicto XVI, existieron planes de realizar actividades terroristas que fueron neutralizadas, y así, tanto nuestros órganos de enfrentamiento, como un grupo de blogueros activos, anunciamos oportunamente para que el enemigo conozca que sabemos en los pasos que anda.
”Hace poco yo saqué un trabajo, donde analizo la vulnerabilidad de los planes que se están tramando desde Miami para en conjunto de fuerzas del grupo centroamericano de Posada Carriles y gobiernos de la derecha, con el objeto de realizar posibles atentados contra ministros y mandatarios latinoamericanos en la venidera cumbre de la CELAC en enero de 2015.
”Aunque no se ha dejado de utilizar este tipo de terrorismo, se ha pasado a los llamados planes subversivos, un viejo tipo de terrorismo usado ahora en mayor escala, que no mata a las personas pero sí ataca su mentalidad y su forma de ver y recibir la información al ser manipuladas”.
—El 11 de septiembre de 1980 fue asesinado en Nueva York el diplomático cubano Félix García Rodríguez, funcionario acreditado ante la ONU, mientras conducía su auto por una calle de Queens. ¿Qué papel ha tenido Omega 7 en la subvención del terrorismo contra Cuba?
—En los últimos años de la década de los 70 y principios de los 80 surgió Omega 7. Esta fue una época sumamente dañina, no solo para Cuba, sino para Estados Unidos, ya que por estos años se realizan las mayores acciones criminales de la mafia terrorista dentro del territorio.
“No fue solo Félix García Rodríguez a quien se intentó asesinar. Murió Adriana Corcho en Portugal, se intentó a asesinar a nuestros representantes ante la ONU, a Emilio Aragonés en Argentina. Omega 7 fue una organización de extrema derecha que se le fue de las manos a Estados Unidos, realizaron alrededor de 500 actos terroristas en territorio norteamericano. Lo paradójico de todo esto es que los principales representantes del Congreso en los Estados Unidos, de la mafia cubana, han salido en defensa de Eduardo Arosena para que le den la libertad, tal como hicieron con Orlando Bosch.
”Omega 7 fue un producto creado por la CIA, a ella se integraron todos los individuos que luego del fracaso de Playa Girón no se quedaron contentos con la actitud de Estados Unidos y llevaron a la muerte de Kennedy. Omega 7 fue el Al Qaeda de esa época, y aunque el FBI capturó a algunos de ellos, salvo el caso de Rolando Hernández Otero y Arocena, las penas de los otros fueron irrisorias.
”El sistema de legislación norteamericano falla con respecto al terrorismo, tiene brechas donde triunfa la impunidad; mientras que a nuestros hermanos se les da injustamente cadenas perpetuas, estos individuos andan libremente por los Estados Unidos”.
—Una y otra vez Estados Unidos coloca a Cuba en su lista de países que auspician el terrorismo, ¿qué razones hay detrás de esta absurda decisión, con el enorme historial de hechos que prueban la responsabilidad de Estados Unidos en actos terroristas contra Cuba?
—La guerra ideológica contra Cuba está sustentada en varios soportes de discursos mediáticos. Ellos arguyen la presencia en Cuba de algunos estadounidenses a los que se les dio asilo, además de la presencia de algunos etarras y combatientes de la FARC. Cualquier país tiene el soberano y legítimo derecho de dar asilo a cualquier perseguido. Ellos mismos lo hacen a través de la Ley de Ajuste Cubano. Le dieron asilo político a los batistianos, a criminales, y a todos aquellos que han secuestrado nuestras embarcaciones y asesinado, incluso, a personas en Cuba; y han entrado libremente al amparo de esa ley.
”La prueba de que Cuba no está implicada en actividades de terrorismo está en las conversaciones de paz que se realizan en La Habana para solucionar el conflicto que se vive en Colombia. Siempre hemos estado contra el terrorismo y le hemos demostrado a Estados Unidos esa posición al entregarle información sensible para proteger su seguridad nacional.
”El único fin es satanizarnos y endilgarnos este tipo de acusaciones de país que apoya el narcotráfico, el terrorismo, la trata de personas. Todas esas falsedades son para mantener un constante asedio ideológico hacia nuestro país”.
—Persiste el silencio de los grandes medios en torno al caso de los Cinco, ¿qué acciones puede tomar un ciudadano para lograr un mayor conocimiento de la causa?
—Nosotros somos culpables. Tal vez en ese momento no percibimos que debíamos politizar el caso. Confiamos en la legislación norteamericana, aun a sabiendas de que iban a politizarlo. Nuestros hermanos no tendrían nunca un juicio imparcial en Miami. Si nosotros hubiéramos fortalecido más el trabajo de denuncia del terrorismo, si no nos hubiera fallado The New York Times, las cosas hubiesen sido distintas.
“Mi identidad se revela precisamente por una entrevista con el periodista Timothy Golden, para sacar todos estos planes terroristas a la luz, y me entrevisto con él el 13 de agosto de 1998. Pero los editores del The New York Times decidieron no publicar toda la información que le había dado Cuba, la misma entregada hacía un tiempo al FBI con la novedad de mi identidad.
”Nuestros hermanos, ya monitoreados de antes, fueron capturados como una respuesta prepotente. Se ensañaron con ellos por su posición digna, porque si ellos hubieran traicionado nuestra patria, el juicio no hubiera tenido la gran connotación política que ha tenido, porque los Cinco se han convertido en embajadores de nuestras verdades. Sus alegatos son la mayor muestra de por qué estaban ahí.
”Quizás si hubiéramos arremetido dentro de la opinión pública internacional hubiéramos logrado un efecto más inmediato. Obama estuvo a punto de dar el indulto presidencial, pero reculó. La presión internacional es grande y nosotros debemos encontrar espacios. Hemos cometido errores con el tema de los Cinco, internos y externos. El primer error dentro del país fue poner en los centros de trabajo un sitial de los Cinco, llegamos a un punto en que no llegamos a la fibra, al verdadero hecho de que cualquiera de su familia pudiera haber sido uno de ellos. Cuando René estuvo en mi casa le hablé de ese tema. Debemos apelar a la sensibilidad del cubano.
”Las acusaciones de espionaje contra Cuba, cuando se acrecienta la campaña por la liberación de los Cinco, las acusaciones que acaba de sacar el FBI de que estamos realizando trabajo de sonsacamiento con intelectuales tienen el propósito de viciar nuestras campañas por la liberación de los Cinco.
”Nuestros sitios y blogosfera deben ser más activos en rescatar nuestra memoria histórica. Que la gente sepa porqué estaban ahí. La presencia de René y Fernando como difusores, como ejemplos, es muy importante para mostrar la verdad y descanonizarlos, hacerlos humanos. Hoy las personas comprenden que podrían ser nuestros hermanos. Creo que la batalla de los cinco está más fuerte que nunca, pero necesita aún más y la fórmula está en la denuncia del terrorismo”.
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