jueves, 29 de mayo de 2014

HONRANDO SU TRAYECTORIA; DESPEDIMOS AL COMPAÑERO VALENTÏN

Falleció Valentin Huerta, comunista de toda la vida y defensor, luchador, divulgador de Los Cinco desde que tuvo conocimiento de su injusticia. 
Como integrante del Comité Argentino trabajó para difundir en toda oportunidad el caso de los 5 antiterroristas presos injustamente en los EEUU.

Con su compañera en La Habana - Coloquio por los 5 - 2010
29/05/2014
 En emotiva despedida, entre  aplausos a su trayectoria revolucionaria, acompañamos ayer hasta su última morada al compañero Valentín Huerta. 
Hermanados por el dolor y el reconocimiento,  estuvimos presentes el Compañero Jorge Lamadrid Mascaró, Embajador de la Hermana República de Cuba y  su esposa,  compañeras y compañeros de la Embajada, los trabajadores de la UTA, testigos de su militancia gremial y su lucha antiburocrática dentro del sindicato, dirigentes y militantes  del Partido Comunista Argentino en cuyas filas desarrolló Valentín  su militancia revolucionaria desde muy joven y  compañeras y compañeros  del Comité por la Libertad de los Cinco, estuvimos allí, junto  a María del Carmen, su compañera  de vida y de militancia,  y a sus familiares.
Valentín. tu partida profundiza nuestro compromiso. Cumpliremos contigo multiplicando esta batalla por la liberación de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René, que te tuvo siempre entre las primeras filas del combate. 


POEMA AL COMPAÑERO VALENTÍN HUERTA 
por nuestra compañera Adriana Vega

Cuando apenas los conoces, parecen  pajarillos vacíos. Los registras por la remera del Che y la bandera ondeante.
Después, al tomar el hilo, te admiran sus ideas populares. Como las tuyas.
Lo esquivas  pensando  en la teoría y  cuando llega la práctica, aún dudas de que  se proyecte como  otro hombre nuevo.
Pasa el tiempo. Se viaja incorporado. Se marcha con banderas.
Se recorta y lo sientes mejor porque es humilde, servidor, protector de alma y de  enemigos. Con su sencillez y modos de amar hasta los pájaros, se piensa igual. Se expone la voluntad por el amor posible, el ideal conjunto.
No estás sola, encuentras otro  hermano que te dice camarada, te respeta, te valora y se anda junto para visualizar  la humanidad optando por el pobre, amando el socialismo y luchando por la supervivencia.
Comienzas a entender, a mirar bien  porque desde su disciplina y humildad hay un corazón con el mismo amor posible.
La hermosa sirena de las aguas que se llama Cuba.

Adriana Vega, miércoles 28 de mayo del 2014

¡¡¡¡¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!!!

Gerardo y los bates Cubacan

Obsesiones para un jonrón

Que Gerardo Hernández Nordelo es un «fuera de serie» ya se sabe. La historia de los bates Cubacan aporta aún más argumentos, un proyecto con su amigo Bill Ryan y en el que Adriana es esencial
Nyliam Vázquez García 
juventudrebelde.cu

24 de Mayo del 2014
Alexander Malleta camina lento hasta el cajón de bateo. Cuando levanta el madero ahí está la marca que indica que ese no es un bate cualquiera. A la espera del lanzamiento del pitcher, es como si Gerardo Hernández Nordelo no estuviera en Victorville, California. De algún modo, mientras el slugger del equipo Industriales se dispone a conectar, pareciera que Gerardo está más cerca de cumplir el sueño de sentarse en el estadio Latinoamericano, al lado de Armandito el Tintorero. Aunque, si uno mira bien, «el jugador de pelota más malo del mundo», pero el fanático más ferviente, según su esposa, está al lado de la estatua. Expectante.
Cuando Malleta da un jonrón o incluso cuando se poncha, Gerardo está menos preso. Mientras otros peloteros del equipo Industriales juegan o entrenan con los bates Cubacan, fabricados en su tiempo libre por el amigo canadiense Bill Ryan, hay motivos extra para las sonrisas. Y se multiplican cuando el equipo ganador de la Serie Nacional recibe su bate-trofeo o llegan los de otros peloteros destacados.

Una obra de amor

Más de 200 maderos con la marca y el logo creados por Gerardo han llegado a Cuba desde que hace alrededor de cuatro años inició este proyecto junto a Bill. Los bates, a fuerza del fanatismo de nuestro héroe por la pelota y el amor por su equipo azul, se han convertido en otra de sus obsesiones.
Entonces, Bill le había preguntado a Gerardo: «¿Qué más puedo hacer?»; y a él, aprovechando la calidad de la madera del bosque del amigo y su gesto desinteresado, se le ocurrió proponerle hacer bates para Industriales, su equipo. Otra vez Gerardo sorprende. En medio de su injusto encierro en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos, logra que todo fluya para que finalmente se concrete esta obra de amor.
Adriana, puente esencial y obsesión primera de ese hombre bueno, recuerda esos primeros tiempos en que hizo falta mucha entrega y paciencia para lograr la fluidez que ya tiene la fabricación de los bates Cubacan. Gerardo, en la prisión, y Bill, en Canadá, estudiaban e investigaban sobre medidas, calidad y viabilidad del uso de la madera de arce, posibles regulaciones sobre su empleo y otros mil detalles. Cartas o alguna breve llamada que pudiera hacerse para intercambiar información, ajustaban los planes. Gerardo mandaba apuntes a Bill para que los ampliara y este se aventuraba con los primeros prototipos en el sótano de su casa en Ottawa y con herramientas muy primarias.
Desde La Habana, Adriana consultaba con Pedro Medina, «el hombre de Edmonton», ex receptor de Industriales, las dudas que le surgían a su esposo. Pedro contestaba, ella enviaba las respuestas y así, una triangulación que parecía infinita.
«Lo que hace falta es acabar de averiguar si hay alguna regulación que les prohíba a los peloteros usar un bate mandado a hacer especialmente para ellos, o si las regulaciones permitirían usar los bates de Bill para jugar, o si se podrían usar al menos para las prácticas», fue una de las consultas de Gerardo.
«Pienso que se pueden hacer bates personalizados con estas medidas que le estoy enviando, que pueden llevar sus nombres y el logo de Gera, sin problema, por el contrario, la idea es magnífica y los jugadores van a estar muy motivados», respondió Medina.
«…es un árbol de madera muy dura, por lo que estoy seguro será buenísimo para jugar béisbol, pienso que va a ser algo muy útil para nuestro equipo ya que en la Serie recién concluida se partieron una buena cantidad de bates, puede ser que la madera no sea buena o también un mal agarre del mismo, pienso que es lo primero. Si está en tus medios enviar algunos te lo vamos a agradecer porque estamos necesitados en estos momentos y también nos da la posibilidad de irlos probando antes que comience la Serie 52».
Adriana en diálogo con JR revela detalles.
«Es a mediados de la Serie 51 que Bill manda el primer envío de bates; una cantidad numerosa. Cuando Gerardo ve las primeras fotos que Bill le mandaba de lo que iba haciendo (recuerda que Gerardo no puede verlos ni tocarlos), piensa que los bates no tienen el tamaño para el juego, que son para el «fogueo», para el entrenamiento, que son más finos.
«Gera me pidió que le preguntara a Medina y él, efectivamente, se sorprendió de cómo pudo darse cuenta solo por las imágenes de un detalle tan técnico. Eso da la medida de su afición, de lo detallista que es».
Después de corregir las medidas y ajustar detalles, los bates comienzan a llegar a través de la Embajada cubana en Canadá o aprovechando el viaje de cualquier amigo. Adriana siempre recuerda el apoyo en esos primeros momentos de la embajadora cubana Teresa Vicente y su esposo, quienes respaldaron incondicionalmente el proyecto e iniciaron un camino, mantenido luego por la sede diplomática de Cuba en Canadá. Una vez llegados a Cuba los bates, la esposa de Gerardo se los da en el mismo Latino a Medina, a Vargas o a los peloteros.
Durante una entrega de bates al equipo Industriales, en 2012, Bill Ryan comentó a un colega de Granma: «Con Gerardo aprendí cómo hacer bates y creo que los resultados son satisfactorios, pues Sam Bat, compañía canadiense que produce cientos de maderos de distintos tipos para las Grandes Ligas, aprobó nuestro modelo».
En un correo de Gerardo a Adriana se nota el entusiasmo, el carácter de este hombre que no sabe hacer otra cosa que entregarse, aunque la injusticia estadounidense se empeñe en esa condena absurda de dos cadenas perpetuas, más 15 años por haber salvado la vida de muchos.
«Mi reina: este es el segundo capítulo de “la novela” de los bates Cubacan, y lo empiezo con algo MUY IMPORTANTE: En el anterior te decía que yo no sabía que con los bates de madera se batea con la parte donde está el logo, pero ahora me estoy releyendo las cartas de Bill, más unos documentos que me mandó, y veo que fue un error de interpretación mío. El logo sí tiene que ver con la parte por donde se batea, y para eso el fabricante lo pone en un lugar determinado, en correspondencia con el “grano” o fibra de la madera. Pero en realidad, cuando se agarra el bate, el logo debe quedar de frente al bateador, para que el bate golpee la bola a unos 90 grados de donde está el logo. Que me perdone Medina si acabo de “descubrir” la Calle Zanja (con todos los chinos adentro) pero como yo me enteré ahora, y como lo había dicho mal en el anterior, quería aclarártelo, por si acaso. O sea, con estos bates que estamos haciendo hay que batear como con todos los demás, con el logo de frente al bateador».
En este mismo mensaje le comentó a Adriana que Bill había tenido en cuenta las nueve recomendaciones para los fabricantes de bates de arce, resultado de un estudio que hicieran las Grandes Ligas, a un costo de medio millón de dólares. Como siempre firmó el correo: «Te amo+! Gera».

Bill y Nora

Bill tiene 60 años. Trabaja durante toda la semana vendiendo autos. Cualquier rato libre lo aprovecha en el taller sacando los bates de los trozos de arce amontonados en un rincón, y que a su vez, provienen de un bosque del que es propietario.
Por su decisión, llevan también grabada la firma de Gerardo, si es para el equipo Industriales, y de Ramón, Fernando, Tony o René, si es para otro. Aunque en la última entrega, el equipo Industriales recibió bates firmados por Fernando y por Ramón. Si se trata de uno personalizado, se hace a la medida y con el nombre del elegido, y se añaden otros detalles si es un bate-trofeo. A petición de Gerardo, en la empuñadura lleva el nombre de Bill y el de su esposa Nora.
«Ellos tienen una relación muy bonita, muy sólida. Es un matrimonio que tiene más de 30 años, viven solos. Ese deseo de Gerardo da la medida del respeto que siente por las relaciones de pareja, por la compañera, pero también es el reflejo de lo que yo significo para él, de lo que significamos cada una de nosotras», comenta Adriana.
«Porque Bill hace los bates, pone los recursos, pero cuando analizas que, para que Bill pueda hacer todo eso necesita una retaguardia, una compañera que lo motive, para la que ese tiempo no sea un conflicto... Es también reconocerle a Nora su aporte.
«Eso te da la medida de lo delicado que es Gerardo con todas las personas, es un hombre de muchos detalles, muy caballeroso y muy respetuoso por las otras personas».
Las palabras de Adriana llevan ese tono de admiración por el hombre amado, por el hombre que le falta a su hogar, por el que espera.
Adriana, como le ha tocado en estos casi 16 años de encierro de su esposo, se convierte en su voz. Ambos le agradecen a Bill por su entrega sistemática.
«Si Bill no fuera un hombre disciplinado en su quehacer, no hubiese podido emprender con tanta vehemencia y con tanto rigor este proyecto de los dos (…) Lo ha hecho con mucho valor, porque Bill no sabía hacer los bates, y empezó a usar su tiempo para dedicárselo a Gerardo y a sus compañeros», asegura Adriana.
«Pudo hacer unos cuantos, pero hacerlo con esa sistematicidad, estar pendiente de las medidas, de los cambios para que se ajusten a cada jugador... No hay duda de que Bill también es un hombre muy meticuloso, y eso ha ayudado a que la comunicación entre los dos sea muy buena», apunta.

Gerardo, Adriana y la pelota

El amor por la pelota él lo lleva en la sangre más allá de sus habilidades. Gerardo sabe que es muy malo jugando y no es fama que ella le dé. A Adriana le sale una sonrisa amplia cuando recuerda fragmentos de vida en común.
«Cuando me enamoré de Gerardo, un industrialista fanático, veíamos los juegos en su casa o íbamos al Latino, … a veces yo no podía estudiar porque a él, a su papá y a su sobrino les gustaba gritar… yo tenía que emigrar con mis libros para la casa de mi cuñada que vivía arriba».
—Gerardo, por favor no grites más.
—A mí el psiquiatra me dijo que cuando estuviera muy estresado fuera a gritar al Latino, pero como me queda muy lejos…
Cuando supo que vivimos tan cerca, que el hogar que lo espera está a unos pasos del templo de los azules, me dijo: ¡Qué bueno, dile a la gente que me guarden un asiento al lado de Armandito el Tintorero.
Adriana también recuerda los juegos a los que iban en la Universidad; al equipo del ISRI (Instituto Superior de Relaciones Internacionales) y los de otras facultades que se juntaban para pasar un rato.
«Aquello no tenía comparación, porque ese Gerardo jugaba mal, mal, mal…» Adriana se ríe. «La pelota venía por aquí y él estaba parado por allá», y vuelve a reírse a carcajadas.
«Le decía: “Ay, Gerardo, no me traigas más a estos juegos de pelota que tú juegas muy mal”, y él me respondía: “Ah, no importa, pero nos divertimos”.
«Fíjate, le conté en una llamada telefónica que las glorias de Industriales, Anglada, Javier Méndez y otros peloteros que recibieron un bate-trofeo, lo estaban esperando para un piquete y yo les dije: “Caballeros, mejor lo ponen de observador”, y Gera comenzó a reírse, porque él sabe que tengo razón. Tiene conciencia de que en el barrio lo dejaban jugar, porque era el dueño del bate y el guante», y vuelve la carcajada.
Esta idea de los bates, de aportar para el desarrollo de la pelota, ese amor por el deporte no es algo reciente, ni mucho menos una afición ligada a su resistencia en prisión. Adriana lo explica mejor.
«No viene de ahora. Yo recuerdo que Industriales pasó muchos años sin ganar una Serie y nosotros siempre seguíamos la pelota. El asunto es que siempre perdíamos y yo le decía en broma:
—Gerardo, tú deberías cambiarte de equipo, si al final Industriales siempre te deja con la miel en los labios.
—Eso es traición, mi equipo es mi equipo, gane o pierda…, respondía él.
«Cuando Gerardo cayó preso, me di cuenta que esa palabras encerraban más que un juego de béisbol, encerraban su fidelidad, su lealtad. Si era así para su equipo, cómo no hacerlo con la Patria y lo que estábamos defendiendo».

Pendiente de lo importante

Correos, llamadas, horas dedicadas al proyecto. ¿Cuánto ha influido en el ánimo de Gerardo? Ella que lo conoce, que lo acompaña, que lo sabe de memoria, aunque se empeñen en obstaculizar su comunicación, responde sin pestañar.
«Muchísimo, muchísimo, muchísimo… Yo te lo puedo decir, porque es un proyecto en el que Gerardo está inmerso, en que está buscando un cambio, una transformación, mejorar… Eso le da a él un espacio más abierto fuera de las rejas de la cárcel y se aleja de todo lo que está pasando allí, porque está pendiente de escribirle a Bill, de recibir información, de darle seguimiento a los juegos… Está atento a todos los cambios y transformaciones que emprende el deporte cubano. (…) Deja de estar pendiente de otras cosas, más dañinas porque no tenemos solución para ellas.
A pesar de la complicidad entre Gerardo y Adriana, a veces ocurren desencuentros. Ellos no discuten. En todo caso, «conversan acaloradamente» por teléfono y con los minutos contados. No ocurre con frecuencia, pero cuando pasa, en ese rincón hogareño, cerquita del estadio Latinoamericano o en la celda que ocupa Gerardo, no hay paz hasta que no se aclara aquello que les ha dejado el pecho apretado.
«11 de febrero 2012
Mi reina bella: Lamento mucho que hayamos... vaya... no discutido, porque no fue discusión, sino que hayamos conversado acaloradamente por lo de los bates, pero tú tienes parte de la responsabilidad, porque —al parecer por haber estado leyendo mi correo sobre el tema— cuando te llamé y dije la palabra “bate” ya estabas indispuesta... (yo creo que tú tienes un poquito de celos por la pasión que yo he depositado en los bates, pero tú misma me sugeriste que me buscara un entretenimiento para que dejara la obsesión contigo... o no? Y entonces ahora no te conviene mi obsesión con los bates tampoco. En qué quedamos, chica?)».
Gerardo y Adriana han aprendido por la fuerza de una injusticia que ya dura demasiado a intuirse por el tono de voz, por la oración sobre el papel o la página en blanco. Han aprendido a sobreponerse a las escaramuzas del silencio, a aferrarse a las sonrisas, por más esquivas que parezcan, a querer el amanecer, aún en la distancia, porque saberse uno en la vida del otro resulta una fuerza poderosísima.
«Discúlpame, mi niñita. Todavía me quieres un poquito?. Felicidades!!!. Qué sería de mí sin ti chica... Caballerooo!!!! Estoy al retirarme de esto de los bates y obsesionarme contigo otra vez! Y voy a comenzar poniendo orden en el ropero, así que prepárate... (O quieres que siga con los bates?). Te quiero mucho mi niña».
Y no hay sonrisa más amplia, ni luz más brillante en el rostro de esta mujer que cuando recuerda alguna de las ocurrencias de su «niño».
«…me disculpo también por cualquier cosita injusta que te pueda     haber dicho en el calor del debate, porque la realidad, realidad, realidad es que yo no tengo nadie más con quien contar, y que me consta que tú te desvives por complacerme y porque las cositas que te pido queden bien, porque te gusta verme contento, y… (toda esta guataquería es por el Día de los Enamorados, tú sabes, no?)».
Y aunque no hay dudas sobre quién lleva ventaja en la lucha de obsesiones, más allá de los debates, tensiones y alegrías, Adriana disfruta convertirse en piedra angular de los infinitos puentes que se tienden desde Estados Unidos, Canadá y La Habana para que los bates sean útiles, como quiere su esposo.

¿Sirven o no sirven?

«La preocupación mayor de Gerardo es que le digan que los bates están buenos porque es él quien los envía; quiere saber la realidad, si de verdad sirven para jugar», explica Adriana.
«Quiere saber quién lo está usando, a quién le es más cómodo, por qué unos lo usan y otros no… si no sirven, no sirven, quiere saberlo todo para ir ajustando y aprovechar la calidad de la madera, y el gesto desinteresado de Bill, que no le cuesta nada a Cuba, (…) es la forma que él tiene de aportar y así lo siente».
En el año 2013 fueron entregados más de cien bates Cubacan, y al término de la Serie 53 ya Adriana había distribuido unos 80 maderos. Los últimos llegados estuvieron en manos de quienes los usarán el 31 de marzo de 2014. Lo tiene anotado en una libreta con fechas y números.
«Entregué diez el 30 de enero de 2013: Malleta, Tabares, Rudy, Urgellés… estos fueron los primeros personalizados; 18 de marzo 2013, Despaigne recibió el suyo, firmado por René González y otro por Fernando. Hay bates personalizados para Chirino, para Frank Camilo Morejón, para Lisbán Correa, Malleta, Rudy, Tabares…». Y así una larga lista.
Gerardo y Adriana siguen haciendo planes con la pelota y con todo lo que desean hacer cuando por fin puedan estar juntos. No importa mucho que la jueza Joan Lenard lleve más de dos años sin dar respuesta sobre el hábeas corpus de Gerardo, a pesar de las nuevas pruebas incorporadas al caso y el hecho de que solo esté pidiendo una audiencia oral, la posibilidad de que lo escuchen.
«A Gerardo le gustaría un encuentro con varios peloteros, para compartir con Medina, con Javier Méndez…». Brilla cuando habla de sus deseos: «A veces yo me imagino a Gerardo en el Latino, a los dos viendo un juego. Salir por ahí, pasar por la casa a merendar algo y seguir para el estadio».
De algún modo, cuando Alexander Malleta o cualquier otro pelotero cubano levantan el bate Cubacan, ocurre la magia. Gerardo deja de estar en la celda de Victorville y si se trata de su equipo, es posible presentirlo gritando al lado de Armandito el Tintorero en el Coloso del Cerro, o en ansiosa espera, alzando plegarias por un buen batazo. Cuando el Cubacan hace contacto con la Mizuno 200, incluso si fuera solo un machucón por tercera, es posible que por un instante tanto a él, como a Bill Ryan, a Nora o a la propia Adriana, les sepa a jonrón.
Vea especial multimedia 15 Años de Injusticia

Trabajo secreto en Cuba y el otro Alan Gross

http://cartasdesdecuba.com/trabajo-secreto-en-cuba-y-el-otro-alan-gross/
 
Jeffrey Robert Kline
Tomado de Havana Times por Tracey Eaton
Las autoridades cubanas detuvieron al estadounidense Alan Gross en 2009 después de su quinto viaje a la Isla en el que intentaba crear una red de puntos de acceso a Internet.
Pero evidentemente, Gross no fue el único viejo judío atrapado en Cuba por realizar una misión para el gobierno de Estados Unidos.
Según una fuente bien informada, que pidió no ser identificada, Jeffrey Robert Kline, fundador de la Fundación Self Reliance, fue a Cuba para probar teléfonos celulares y otros dispositivos inalámbricos para un contratista que trabajaba para el Departamento de Estado.
Las agencias gubernamentales recurrieron a Kline, porque era considerado un “atrevido”, dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato. “Lo contratan para hacer cosas que otros no harían.”
Kline, de 64 años, no pudo ser contactado para hacer comentarios.
En febrero pasado, escribí acerca de un proyecto que está realizando para la Junta de Gobernadores de Radiodifusión. (Ver “La increíble desaparición del contrato de 450 mil dólares“).
La DAI, una compañía de desarrollo internacional con sede en Bethesda, Maryland, había contratado a Gross para que viajara a Cuba y configurara los puntos de acceso a Internet.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, financió a la DAI como parte de un proyecto “de democracia” dirigido a socavar el gobierno socialista de Cuba.
Allan Gross
Gross continuó su negocio en silencio, dijo la bien informada fuente, pero Kline “la mantenía muy público” y “estaba dejando celulares por donde quiera.”
Versión de los hechos según la fuente:
Kline y otros empleados de la Fundación Self Reliance habían traído a Cuba unos 50 mil dólares en equipos de comunicación, incluyendo, al menos, un teléfono satelital.
Las autoridades cubanas confiscaron algunos de estos dispositivos y detuvieron por corto tiempo a uno de los empleados. El resto del personal escuchó rumores de que la policía cubana estaba buscando a un judío que estaba distribuyendo equipos de comunicación.
Ellos nunca supieron si las autoridades buscaban a Kline o a Alan Gross. Pero estaban preocupados y se apresuraron a salir del país y regresar a Estados Unidos.
El Departamento de Estado no consideró la misión como un éxito. La comprobación de los dispositivos inalámbricos llevados a Cuba no fue tan detallada o tan sofisticada como los funcionarios estadounidenses habían deseado. De todas maneras, todo el mundo llegó a casa de forma segura.
La versión de los sucesos, brindada por la fuente, no pudo ser confirmada.
Emily Goulding
Emily Goulding, un antiguo empleado de la Fundación Self Reliance que trabajó para Kline durante tres años, dijo: “Es un hombre interesante, muy creativo.” Sin embargo, se negó a hablar de la labor de Kline en Cuba, lo que calificó como “clasificado”. Tampoco respondió preguntas sobre las experiencias en Cuba, y sugirió que el Departamento de Estado podría tener más información.
El currículum de Goulding dice que ella fue especialista en desarrollo para la Fundación Self Reliance de 2007 a 2009. Sus logros se enumeran como:
Ayudó a recaudar 5,6 millones de dólares para proyectos de justicia social basados en los medios de comunicación.
Diseñó y aseguró fondos para varios proyectos internacionales de diplomacia pública, como un proyecto organizativo de hip hop, como el proyecto teatral callejero en Cuba, Mi País Inventado, y una revista Web venezolana dirigida por jóvenes a través de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado.
Escribió para el Departamento de Justicia la propuesta ganadora de la iniciativa nacional del proyecto Safe Childhood realizado desde el 2007 hasta el 2008 con un presupuesto de 2,5 millones de dólares, y las iniciativas nacionales de prevención del cáncer de un millón y medio de dólares para los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Su perfil en LinkedIn no muestra ningún trabajo realizado en Cuba. Dice, en parte:
Fundadora de Girasol Consulting, Emily Goulding-Oliveira es escritora, educadora y activista. Emily analiza cuestiones urgentes en los asuntos públicos y ayuda a líderes y organizaciones a encontrar financiamiento, especialmente en nuevas comunidades y en la sociedad civil global.

En su carrera como redactora de solicitudes de subvenciones ha escrito propuestas ganadoras para la fundación John S. y James L. Knight Foundation, el Fondo Nacional de las Artes, el Departamento de Estado de EE.UU., etc.
Goulding ha viajado a Cuba. En 2011 escribió un artículo titulado “Viva el Arte: DC’s Capital Fringe Festival Reminiscent of Cuba.” Declaró:
“Fui a Cuba en el 2009 para asistir al Concierto por la Paz promovido por Juanes y encontré una escena artística allí casi similar a la de Washington D.C.. The Fringe, como Cuba, no tiene aire acondicionado, y tiene algo de polvo. Pintura cayendo es un problema, y se corre el riesgo de electrocutarse por los cables expuestos.
La escena es hecha en casa, y de altas miras. Se presenta con un toque de orgullo regional bajo las banderas rojas, blancas y azules con estrellas, y los artistas de the Fringe no están ahí para hacer dinero, y en Cuba, no se puede en realidad ganar dinero, así son las cosas.
En la Fringe, como en mucho de La Habana, el arte se puede hacer en cualquier lugar – donde cualquier losa de hormigón puede servir como escenario. Tantos los artistas cubanos como los de la Fringe son más propensos a formar colectivos o conjuntos en lugar de empresas, e incluso se visten iguales. Nunca había visto tantos pares de Chuck Taylors como vi en el Parque de los Bohemios en el centro de La Habana.
Por accidente político, el tipo de trabajo creado en la capital del mundo libre y la capital del mundo comunista es también similar. Estadounidenses de la era de la recesión ya no se venden del todo al capitalismo, y los artistas cubanos ya no se venden exclusivamente al comunismo.
Ambos están creando algunas ideas intermedias nuevas en las que se transforman las viejas.”
Brigitte Savage también trabajó en Self Reliance. Fue directora de desarrollo. Consultada sobre el trabajo de Kline in Cuba, respondió en un correo electrónico:
Lo siento señor Eaton -¡no hay nada que pueda decirle!
Robert Russell es el antiguo director ejecutivo de Self Reliance. Dijo en un correo:
Mientras trabajaba para la fundación Self-Reliance, mi labor consistió en planes nacionales que se centraban en proyectos de Ciencia, Salud y Educación dirigidos a latinos. Yo sabía que la organización realizaba un proyecto relacionado a medios de comunicación en la Isla, pero no tuve participación directa y no sé realmente mucho más que eso.

La Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia mencionó a Self Reliance en un informe semestral enviado al Congreso en 2010. Según el informe, la Oficina del Inspector General había detectado 470 mil 750 dólares en costos que fueron cuestionados y no parecen estar documentados adecuadamente.
Pero estoy divagando…
De vuelta con Jeff Kline.
Él es director de una empresa sin fines de lucro llamada Fundación Pinyon. La dirección de su corporación parece encontrarse en el domicilio de Kline en Santa Fe, Nuevo México.
Registros federales muestran que la BBG, que dirige Radio y TV Martí, galardonó a esta Fundación Pinyon sin fines de lucro con una subvención de 450 mil dólares por producir una serie de videos de autoayuda para los cubanos.
Le pregunté a Kline sobre esta subvención en febrero. Me dijo: “Yo sé que la Fundación Pinyon no ha recibido 450 mil dólares. Yo lo habría sabido. Pinyon no tiene ningún dinero de esta naturaleza en absoluto.”
Los registros mostraron que el contrato se firmó el 30 de septiembre de 2013. Lo llamé un “desaparecido contrato de 450 mil dólares” porque Kline dijo que su fundación no recibió el dinero.
Creo que ahora sé por qué.
El 15 de enero de 2014 se firmó otro contrato de 450 mil dólares. En este se enumera el mismo número de contrato que el acuerdo de la Fundación Pinyon: BBG50C130046.
Pero esta vez, el dinero va a una empresa con fines de lucro. Se llama Canyon Communications LLC, y su fundador es un hombre llamado Jeff Kline.

Fernando en el ICAP

https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/14649a44c458e8a8

Publicado en 22 mayo, 2014      De 
Este 21 de mayo no fue un miércoles cualquiera. Ya lo cantaron los poetas en reflejo fiel de los sentimientos de los trabajadores del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, quienes se honraron al recibir al Héroe de la República de Cuba, Fernando González, en un encuentro esperado y estimulante, renovador de fuerzas para continuar la lucha por la libertad de Antonio, Gerardo y Ramón.
Fernando quiso recorrer las oficinas del Instituto donde se interesó por las labores que se realizan en cada área, y de esa forma pudo apreciar y conocer mucho más de las tareas de los compañeros que si hubiese sido el encuentro en un acto general, explicaría más tarde.
Un objetivo centró los intercambios: el Héroe, que demostró ser en sí mismo un monumento a la modestia, con pausado hablar reiteraba su agradecimiento y el marcado interés que tenía, desde su regreso a la Patria, de visitar el ICAP, para manifestar en su nombre y en el de Los Cinco, su gratitud.
Los Cinco no somos desconocidos en el mundo gracias en gran parte al trabajo del ICAP, destacaría después al dirigirse a todos los trabajadores del Instituto reunidos en la terraza de la sede central junto a Kenia y demás dirigentes de la institución.
Fernando puso de relieve la labor solidaria del Instituto y del Movimiento de Solidaridad con Cuba, dijo que hay muchas maneras de defender a la Revolución, en los diversos sectores, afirmando que el trabajo del ICAP hacia el exterior genera un escudo que se alza en contra de los intentos de destruirla,” lo cual los cubanos no vamos a permitir”, remarcó.
Reiteró su agradecimiento al colectivo del ICAP por el trabajo de todos estos años, y señaló que un día “estaremos aquí Los Cinco pero hasta tanto eso suceda, les pido acepten la gratitud de todos ellos a través de mi”.
Emocionados por tener a Fernando en el Instituto – al cual acudió con Rosa Aurora, su esposa- los trabajadores le dedicaron cerrados, fuertes y prolongados aplausos.
Los momentos conmovedores no habían terminado con las palabras del Héroe. De ello se encargaron los poetas Héctor y Aramís, cuyos ardientes versos estremecieron a todos y no pocas lágrimas se derramaron:
“Tus hermanos volverán
No porque lo diga yo
Esa frase la expresó
La boca del caguairán…”
“Un día en este portal
Donde hasta el piso es de ahínco
Estarán juntos los Cinco
En un júbilo total
Y Sergio Corrieri igual
Que un titán de piel mambisa
Vendrá en un corcel de brisa
a parárseles a un paso
Y a estrecharles un abrazo
De más amor que cenizas
(Iliana García Giraldino Fotos: Orlando Perera Siempre con Cuba)

En 1 semana comienza la Jornada por los Cinco en Washington D.C.


Recibido el 22/05/2014 del Comité Internacional


Dolores Huerta, Ignacio Ramonet, Gayle McLaughlin, Fernando Morais, Danny Glover, Juristas, Organismos de Derechos Humanos y Parlamentarios de América Latina y Europa confirman su participación a la Tercera Jornada
"5 Días por los 5 Cubanos " en Washington D.C!

5 DÍAS POR LOS 5 CUBANOS
¡Solo faltan 2 semanas! 
Súmese a las personalidades y amigos solidarios de Estados Unidos, América Latina, Canadá y Europa para pedirle al Presidente Obama un cambio de política hacia Cuba y encontrar una solución humanitaria al caso de los "5 Cubanos". Todavía hay tiempo para ser parte de la semana de actividades en apoyo de los 5 cubanos.  

Asistentes a la Jornada "5 días por los 5 cubanos" viajarán de ciudades de todo Estados Unidos, América Latina, Canadá y Europa.  Los amigos y personalidades arribarán a Washington procedentes de ciudades de todas las regiones de Estados Unidos  incluyendo una delegación de cubanos residentes en Miami. Más allá de las fronteras de EEUU llegarán personalidades de Argentina, Alemania, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, El Salvador, Eslovenia, España, Haití, Inglaterra, Francia, Grecia, Italia, México, Nicaragua, Puerto Rico, Quebec, República Dominicana,  Suecia y Venezuela.  Para mas informacion...
Panel de expertos legales actualizará el caso de los Cinco.
El 6 de junio como parte de la Conferencia "Nueva Era en las Relaciones Estados Unidos-Cuba", un panel de importantes juristas debatirá sobre la actualización del caso. Entre ellos el abogado principal del equipo legal Martin Garbus, Peter Schey, Director del Centro para los Derechos Humanos y Derecho Constitucional, Ramsey Clark, ex Fiscal General, José Pertierra, abogado experto en leyes de inmigración quien representa al gobierno de Venezuela para la extradición del terroristas Luis Posada Carriles, Phil Horowitz, ex abogado de René González, Art Heitzer, del Gremio Nacional de Abogados NLG, Cesar Brito, Presidente de la Orden de Abogados de Brasil, Beinusz Szmukler, Presidente del Consejo Consultivo de la Asociación Americana de Juristas, Rafael Anglada, del Colegio de Abogados de Puerto Rico, Steve Cottingham, de Inglaterra, Eberhard Schulz, del Gremio de Abogados de Alemania, Tecla Faranda, de la Asociación de Juristas Democráticos de Italia. Para mas informacion..  
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Durante la Conferencia se proyectaran varios documentales.
El día 5 de Junio se exhibirá el documental sobre la Comisión Internacional de Investigación de Londres, del reconocido fotógrafo y documentalista cubano Roberto Chile. El 6 de junio se proyectará el documental inconcluso en memoria del cineasta norteamericano Saul Landau "La Revolución Sexual en Cuba" Para ver los detalles el 5 de Junio y 6 de Junio...

Llamado a acciones a nivel internacional durante la Jornada en Washington.  Hacemos un llamado especial a los amigos de Cuba y los Cinco en todo el mundo para que unan sus voces acompañando la Jornada en Washington desde sus países, realizando acciones paralelas del 4 al 10 de junio, incluyendo plantones, manifestaciones, pronunciamientos, exposiciones, twitazo general, artículos en los medios, activación de las redes sociales.

La inocencia de Gerardo

 NOTICIAS DE HOY   No. 213  Año IV
           
Servicio de INFORMACION
         
                    VIERNES 23 MAYO (III)   2014    Hora de Cierre  11:10

La inocencia de Gerardo

Por: Ricardo Alarcón de Quesada

La reunión en Londres de la Comisión Investigadora del caso de los Cinco examinó a fondo la situación específica de Gerardo Hernández Nordelo y la acusación infame (el Cargo 3 “conspiración para cometer asesinato”) presentada sólo contra él y que fundamenta su condena a morir dos veces en prisión. Se le atribuye, calumniosamente, haber participado en el derribo el 24 de febrero de 1996 de dos aeronaves del grupo terrorista autotitulado “Hermanos al Rescate”.

Desde el punto de vista legal para que un Tribunal de Estados Unidos pudiera actuar, el hecho en cuestión tenía que haber sucedido en el espacio aéreo internacional, fuera de la jurisdicción cubana. Caso contrario ninguna Corte norteamericana habría podido abordarlo.

Por eso en el juicio de Miami se discutió bastante la cuestión de la ubicación exacta del incidente, repitiendo lo que antes pasó en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI). En esas discusiones surgieron siempre las contradicciones entre los radares cubanos y los de Estados Unidos. Sobre los datos norteamericanos, por cierto, habría mucho que escribir, por ejemplo, la demora en entregarlos, varios meses, que obligó a dilatar el trabajo de la OACI y la sospechosa destrucción de algunos registros, todo lo cual consta en el informe de la OACI.

Para tratar de resolver la discrepancia en lo que mostraban los radares, la OACI pidió a Estados Unidos que entregase las imágenes tomadas por sus satélites espaciales, petición que fue rechazada en 1996. Tampoco Washington permitió que las viera el Tribunal de Miami y lleva mucho tiempo oponiéndose a las repetidas solicitudes del Centro para el Derecho Constitucional y los Derechos Humanos de California y litiga ante las Cortes de ese Estado en su afán de mantener ocultas las imágenes. Pronto se cumplirán veinte años de obstinada censura.

Sólo Estados Unidos ha podido examinar lo que filmaron sus satélites, pero no permite que lo haga nadie más. Ni el Consejo de Seguridad de la ONU, ni la OACI, ni los tribunales norteamericanos. ¿Por qué?

Sólo puede haber una respuesta. Washington sabe que el incidente ocurrió dentro del mar territorial cubano, muy cerca del litoral habanero y en consecuencia, jurídicamente, nunca tuvo jurisdicción alguna sobre él. Porque las imágenes satelitales son prueba irrefutable de la mentira yanqui nadie más que las autoridades estadounidenses podrá verlas nunca.

Pero no se trata de que las imágenes exculpen a Gerardo. No eran necesarias porque para condenarlo la Fiscalía tenía que demostrar que él, personalmente, había participado en el incidente, algo totalmente absurdo, imposible de sostener, independientemente del lugar donde hubiera ocurrido el derribo de las aeronaves invasoras. El problema era y es para Washington.
Porque las imágenes prueban que Estados Unidos, sus autoridades y sus tribunales no tenían derecho alguno para juzgar un acontecimiento ocurrido más allá de su jurisdicción territorial. Debe destacarse que, según los radares norteamericanos, los aviones volaban, siempre juntos, rumbo sur y uno de ellos, al menos, conforme a su propia versión, había penetrado el territorio cubano. Incluso, si se aceptase la teoría estadounidense sobre la ubicación de los aviones, estos se hallaban en las inmediaciones de la capital cubana, muy cerca de su parte central y más poblada y en pocos minutos la habrían sobrevolado y hubieran podido atravesar la isla hasta la costa meridional.

No fue algo acontecido en la cercanía del espacio norteamericano, sino mucho más abajo del paralelo 24 que marca la separación entre las zonas de supervisión aérea de ambos países. Fue ahí, dentro del área bajo control cubano, que transcurrió buena parte del vuelo, siempre rumbo sur, hacia La Habana y desoyendo las indicaciones y advertencias emitidas por el centro de control de tráfico aéreo de nuestro país.

Pero, en todo caso, Gerardo no tuvo absolutamente nada que ver con el hecho, en cualquier lugar en que este ocurriese. Y eso lo sabían perfectamente las autoridades norteamericanas.

Según el Acta Acusatoria de septiembre de 1998, el FBI había identificado a Gerardo, conocía la misión que desempeñaba y revisaba sus comunicaciones con Cuba desde 1994, más de dos años antes de aquel suceso que agravó sensiblemente la situación entre ambos países. Las turbas de la mafia batistiano-terrorista llamaban entonces a la guerra en las calles de Miami, mientras, según escribió el Presidente Clinton en sus Memorias, en la Casa Blanca discutían un posible bombardeo a Cuba y él optó por promulgar la Ley Helms-Burton acompañada de amenazas belicosas. ¿Puede alguien imaginar que no habrían hecho nada contra Gerardo si él hubiese sido culpable? Nada hicieron, precisamente, porque les constaba su inocencia.

Por eso tampoco lo inculparon cuando fue detenido, junto a sus compañeros en septiembre de 1998. En la acusación inicial no se dice una palabra sobre lo ocurrido el 24 de febrero del 96, ni se habla de derribo de aeronaves o algo parecido. No lo hicieron porque el FBI, que poseía y había leído los mensajes entre Gerardo y La Habana, sabía que era inocente.

El Cargo 3 (“conspiración para cometer asesinato”) fue formulado, sólo contra Gerardo, más de siete meses después del arresto de los Cinco cuando ellos permanecían en confinamiento solitario –el infame “Hueco”- aislados del mundo, imposibilitados de defenderse. Para hacerlo la Fiscalía presentó una Segunda Acta Acusatoria que, y así lo registró la prensa de Miami, fue elaborada en reuniones que abiertamente celebraron el FBI, la Fiscalía y jefes de grupos terroristas.

Era una acusación arbitraria, fabricada de pies a cabeza, con el único propósito de complacer a los criminales, inflamar el odio contra Gerardo y sus compañeros y garantizar de antemano las peores, ilegales y más irracionales condenas.

El Cargo 3 fue el centro de la desaforada y vulgar campaña mediática promovida y financiada por el Gobierno Federal, con su presupuesto, que cayó como un tsunami de mentiras, sobre una comunidad inerme y paralizada por el terror –cinco artículos por día en los periódicos impresos, incesantes comentarios, día y noche, en la radio y la televisión locales –conformando lo que justamente el panel de jueces de la Corte de Apelaciones, en 2005, calificó como una “tormenta perfecta” de odio, prejuicios y hostilidad.

Gran parte del juicio giró alrededor del Cargo 3. Dentro y fuera de la sala del tribunal, individuos vinculados a “Hermanos al Rescate” alborotaban y hacían declaraciones estridentes que amplificaban los medios locales. Ellos y los “periodistas” pagados por el Gobierno perseguían y asediaban a los miembros del jurado quienes se quejaron a la jueza y ella, por su parte, varias veces también se quejó al Gobierno, por supuesto, sin resultado alguno.

En la sala del Tribunal, pese a todo, el infundio de la Fiscalía fue derrotado. Los acusadores, tan eficaces insuflando odio y prejuicios contra él, no pudieron presentar una sola prueba para vincular a Gerardo con los sucesos del 24 de febrero. Nada.

Tan contundente y obvia fue la derrota que el Gobierno hizo algo totalmente inusitado. Al final de las discusiones, cuando la jueza iba a dictar las instrucciones para guiar al jurado a la hora de emitir su veredicto, los fiscales se opusieron sorpresivamente al texto que, ajustado palabra por palabra al Acta Acusatoria, ella había preparado. Propusieron cambiarlo radicalmente. La Magistrada, con buenas razones, no aceptó la petición alegando que habían empleado siete meses discutiendo esa acusación fiscal y era ya demasiado tarde para modificarla. Ese mismo día la Fiscalía se precipitó a hacer algo aun más insólito: en una acción que reconoció “carecía de precedentes” recurrió ante la Corte de Apelaciones con una “moción de emergencia” buscando paralizar la decisión del tribunal inferior e incluso la posposición del proceso.

En el extraño documento la Fiscalía sostuvo que “a la luz de las evidencias presentadas en el juicio las instrucciones presentadas por la jueza constituyen un obstáculo insuperable para esta Fiscalía y pueden conducir al fracaso de la acusación en este Cargo”.

Debe subrayarse que, según un principio universal de Derecho, toda persona es inocente salvo que se demuestre lo contrario y que es obligación del acusador presentar las pruebas o evidencias necesarias para demostrar la culpabilidad del acusado. La Fiscalía encaraba ciertamente “un obstáculo insuperable” por la sencilla razón de que no podía mostrar prueba alguna contra Gerardo, simplemente porque estas no existen, ni pueden existir.

Carecían de cualquier prueba contra él y peor aún, sabían, pues poseían todos sus intercambios con La Habana desde hacía varios años –incluso años antes del incidente de las avionetas-, que él no había tenido relación alguna con ese hecho. En otras palabras, cuando presentó su Segunda Acta Acusatoria la Fiscalía conocía cabalmente que estaba acusando a un inocente y en consecuencia, prevaricaba imperdonable y groseramente.

El Cargo 3 fue una grave violación a la Constitución y las leyes y también a la obligación legal y hasta profesional de los fiscales. Actuaron, mano a mano con el FBI de Miami, como agentes y cómplices de una mafia terrorista que ellos debían combatir y en realidad la sirvieron con docilidad escandalosa.

La Corte de Apelaciones tampoco aceptó la tardía solicitud fiscal y a partir de ahí se produjeron acontecimientos que serían sorprendentes si no se tratase de un caso que, de principio a fin, ha sido y es un escarnio mayúsculo a la justicia.

Rápidamente, sin expresar duda alguna, sin hacer preguntas, en unas pocas horas, el Jurado declaró culpables a los Cinco de todos y cada uno de los Cargos formulados contra ellos, incluyendo el Cargo 3, sin importarle a nadie que respecto al mismo la Fiscalía había admitido su fracaso y se había empeñado por retirarlo.

Al concluir el juicio, en la primera semana de junio de 2001, la jueza anunció que dictaría las sentencias a mediados de septiembre. El abominable acto terrorista del día 11 de ese mismo mes y año al parecer la hizo cambiar de opinión. Ni ella ni el Gobierno se sentirían cómodos penalizando brutalmente a unos héroes antiterroristas mientras W. Bush se lanzaba, gozoso y con gran fanfarria, a hacerle la “guerra al terrorismo” a todo lo largo y ancho del planeta. Esperaron tres meses más.

Finalmente, el 14 de diciembre de 2001, Gerardo fue sentenciado a dos cadenas perpetuas más 15 años.

Todos, en la sala del Tribunal, sabían que castigaban a un inocente.