Momentos después de haber concluido los primeros trámites legales sobre su renuncia a la ciudadania norteamericana, ante la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, el antiterrorista y Héroe de la República de Cuba, René González Sehwerert, ofreció su primera conferencia a medios cubanos, a los cuales afirmó que ahora su prioridad está en su incorporación inmediata la la lucha por la liberación de sus cuatro hermanos de causa: Gerardo, Antonio, Ramón y Fernando.
Trabajadores digital ofrece a sus lectores la transcripción de algunos momentos de su intervención.
Mezcla de alegría y dolor
“Las emociones son encontradas en esta batalla en la que estoy envuelto, y en medio de muchas dinámicas a las que uno tiene que responder constantemente, se dio el golpe de suerte en que uno puede precisar al gobierno a que cambie su posición, porque hasta este momento ellos se habían negado y le parecía una prioridad mantenerme en Estados Unidos bajo libertad supervisada, sanción que considero absurda.
“Desgraciadamente, cuando se produce el fallecimiento de mi papá, solicitamos 15 días de visita para estar con la familia en los servicios fúnebres, y es entonces en ese espacio de tiempo que logramos derribar el último muro del gobierno que se había opuesto a mi sugerencia de renunciar a la ciudadanía estadounidense, sobre la base de que cuando yo estuviera aquí, en Cuba, no iba a cumplir con mi palabra de renunciar.
“Ya estando aquí, volvimos a proponer a la jueza la renuncia, entonces el gobierno se vio precisado y no le quedó más remedio que acceder. En medio de todo esto, se produce este cambio de posición del gobierno, que también es parte de una batalla. Todas esas emociones vienen juntas: la muerte de mi papá, el encuentro con la familia, estar en la calle con la gente.
Es una mezcla de felicidad, por una parte, porque lograste lo que querías, estar en tu país con tu pueblo, la familia, y por otra la tristeza de que la muerte de mi padre haya sido el catalizador para que se diera este resultado, y me duele que él no haya podido verlo.
“Con esta orden de la jueza no termina todo, hay que seguir trabajando legalmente. Mi libertad es rayito de esperanza para mis hermanos, es una alegría que ellos reciben en la cárcel. La imagen de la unión de mi familia se convierte en una esperanza para ellos cuatro, es la visualización de que esa unión puede ser posible.
“Lo fundamental ahora es mi incorporación a esta lucha, va a hacer mi prioridad una vez que hayamos regularizado todo este asunto de la libertad supervisada. Después que esto suceda buscaremos la manera de incorporarnos a esa ella y hacer el máximo para que se corrija esta injusticia, porque ya la justicia no se puede hacer, y que ellos regresen con nosotros”.
Soy un ciudadano y patriota cubano
“La jueza nos dio un período hasta el día 16 de mayo, hoy hicimos el primer paso de ese proceso que es la solicitud de la renuncia a esa ciudadanía. Lo que queda ya depende de ella. Yo tengo que firmar unos documentos que ellos van a redactar a partir de esa solicitud, y una vez firmados queda en manos del gobierno de Estados Unidos, en este caso del Departamento de Estado, aceptar la renuncia. Entonces ellos antes del día 16 deben emitir una certificación de pérdida de ciudadanía.
“Una vez que esa certificación me sea entregada, se hace efectiva la pérdida de la ciudadanía y entonces yo seré solamente un ciudadano y patriota cubano. Esperemos que antes del día 16, el proceso haya terminado.
“Para hablar de mis 15 años en prisión hace falta otra conferencia de prensa (risas). Es una historia larga, en la que el pueblo cubano se ha visto vinculado a ella. Partes importantes son el apresamiento, el juicio. En un principio fue bastante duro, se nos aplicó el máximo rigor con el propósito de que cediéramos, y eso implicó una demora de dos años para poder empezar el juicio, largo y plagado de irregularidades en la que los fiscales se olvidaron de su sistema legal, actuaron arbitrariamente. Creo que más adelante se podrá ir abundando poco a poco en todo lo sucedió en relación con esos momentos, para no hacer tan larga mi intervención.
“Después enfrentamos la cárcel, que para unos ha sido más dura que para otros, en dependencia de la severidad de la condena y del nivel de seguridad. Es una prueba que enfrentamos con los recursos que teníamos. Cada de uno de nosotros a su manera, yo haciendo ejercicios y leyendo, Antonio como se sabe, comunicándose, haciendo pinturas, poemas. Ramón en su deporte, Fernando estudiando, y Gerardo con ese humor que tiene que lo eleva por encima de cualquier tragedia, pero al mismo tiempo no podemos olvidar que sufriendo la posibilidad de morir en la cárcel.
“Es un proceso duro, pero mi presencia aquí demuestra que se puede enfrentar con toda la moral que nos ha dado el haber crecido aquí y estar defendiendo lo correcto, no solo frente a los fiscales si no también frente a la población carcelaria en general. A nosotros nos ayudó mucho que los presos nos vieran, y no quiere ser inmodesto, pero que nos vieran como gente con dignidad. La dignidad que emanó de esta lucha nos dio en la prisión un status y eso nos permitió a los Cinco pasar esta etapa sin problemas, incluso con el respeto de los carceleros en la mayor parte de los casos.
"Es una experiencia terrible, pero de la que uno si se lo propone puede salir fortalecido. Aquí estoy yo y los otros cuatro con la misma disposición de seguir luchando, pero no podemos olvidar que no lo merecen. Lo importante es que no nos olvidemos que son 15 años, que multiplicados por cuatro son 60 y yo 75 años, en conjunto, de injusticia, robados a cinco familias cubanas, a cinco cubanos que debíamos estar aquí. Lo más importante es seguir luchando para que ellos regresen. Van a resistir, no se van a doblegar, pero tenemos que traerlos”.
Hay que llegar a la opinión pública norteamericana
“A la campaña por la liberación de los antiterroristas cubanos le falta una sola cosa, que la sociedad norteamericana se entere. Hemos logrado unir voluntades de todo el mundo, tenemos amigos que son fuertes, poderosos, que tienen capacidad de transmitir su mensaje, pero todos fuera de Estados Unidos, y aunque muchos de ellos ya están tratando de influir dentro de la sociedad norteamericana, a la campaña le falta que el pueblo de Estados Unidos sepa de los Cinco.
“El pueblo tiene que saber que el gobierno norteamericano nos puso en prisión para defender el terrorismo. Este caso es acerca del derecho del gobierno norteamericano de defender a sus terroristas y para hacerlo nos pusieron a nosotros en prisión e hicieron que una jueza me dijera que el terrorismo era malo pero que no tenía derecho a combatirlo allí. Eso consta en los documentos legales.
“Yo a veces me pongo a pensar y me pregunto qué pasaría si un juez paquistaní juzga a un agente de la CIA que combate contra Al Qaeda, y le dice que él no puede venir a su país a enfrentar el terrorismo y le prohíben acercarse a los terroristas. Me imagino que en Paquistán lo desaparecerían del mapa.
“Reitero, en los documentos legales de este caso, aparece la palabra de una jueza norteamericana diciéndome que combatir el terrorismo no es mi derecho, me dijo que a los terroristas hay que dejarlos tranquilo, que no puedo acercarme a ellos.
“Tenemos que explicarles eso al pueblo de Estados Unidos, y exhortó a los presentes a que accedan por cualquier vía para trasladar lo que conocen a la opinión pública norteamericana, pues precisamente es ella qujien necesita saberlo.
“La sociedad, la intelectualidad, el estamento político norteamericanos tienen que sentir que el caso de los Cinco es importante”.
Por este pueblo renuncié a la ciudadanía del imperio
“Agradezco la generosidad abrumadora de este pueblo. Una de las cosas que más nos afectaba en la cárcel era no poder responder las miles y miles de cartas, pero al mismo tiempo esas cartas eran parte de la protección nuestra en la cárcel. cuando recibíamos la correspondencia en la unidad, era objeto de risa y de broma, porque todos los presos decían: ´ustedes les hace falta un correo aparte¨. Eso les hacía ver que había un mundo que se interesaba por nosotros. Esas cartas de los pioneros, de los niños, a la que no podíamos responder a todos, porque físicamente no es posible hacerlo, nos apoyaron mucho, nos dieron mucho aliento, y frnete al resto de la población penal nos dieron una posición que alimentó el respeto de ellos hacia nosotros.
“En nombre de los Cinco, les pido que nos perdonan por no poder responder, una a una , todas las cartas que nos llegaron. Nos duele no haberlo hecho.
“Yo he tenido la oportunidad de caminar por las calles de Cuba, y uno ve la solidaridad, el cariño, el apoyo y me digo cómo puede corresponder uno a eso. Para una sola persona es imposible corresponder a 11 millones, pero eso nos compromete y la única respuesta es el compromiso con este pueblo por la que acabo de renunciar a la ciudadanía del imperio, porque me siento patriota cubano y estoy identificado con nuestra lucha, con nuestro proyecto, y el ganarnos posiblemente un apoyo que para nosotros a veces es hasta inmerecido, y que ha sido abrumador”.
Lo que necesita Obama es coraje
“La Cuba de ahora la estoy absorbiendo. El año pasado, bromeando con unos muchachos en el Cotorro, le dije me impactaba la cantidad de baches que había en las calles, pero también les dije que la gente mantenía la misma esencia, y eso me alegra. Todos sabemos que hemos pasado por momentos muy difíciles, el periodo especial, lo que significó para Cuba y a pesar de eso se mantiene la solidaridad, el espíritu, el cariño, y eso nos impacta y nos da esperanza.
“Para el presidente Obama, tengo un solo mensaje, una sola palabra, coraje. Es todo lo que él necesita. Es difícil tener coraje cuando se es presidente de los Estados Unidos, no sé por qué, con tanto poder. Lo que se requiere para hacer justicia en este caso es coraje de parte del presidente de los Estados Unidos”.
Ahora solo pienso en hacerme cubano
“No he tenido tiempo para pensar cómo insertarme en el proceso de transformación que tiene lugar en nuestro país, ahora solo pienso en hacerme cubano, tenemos hasta el día 16 para eso. La prioridad son mis cuatro hermanos. La única forma que tengo de pagarle al pueblo cubano por lo que han hecho por nosotros es seguir trabajando, merecerme todo ese cariño. Mientras estudio Economía”.
Trabajadores digital ofrece a sus lectores la transcripción de algunos momentos de su intervención.
Mezcla de alegría y dolor
“Las emociones son encontradas en esta batalla en la que estoy envuelto, y en medio de muchas dinámicas a las que uno tiene que responder constantemente, se dio el golpe de suerte en que uno puede precisar al gobierno a que cambie su posición, porque hasta este momento ellos se habían negado y le parecía una prioridad mantenerme en Estados Unidos bajo libertad supervisada, sanción que considero absurda.
“Desgraciadamente, cuando se produce el fallecimiento de mi papá, solicitamos 15 días de visita para estar con la familia en los servicios fúnebres, y es entonces en ese espacio de tiempo que logramos derribar el último muro del gobierno que se había opuesto a mi sugerencia de renunciar a la ciudadanía estadounidense, sobre la base de que cuando yo estuviera aquí, en Cuba, no iba a cumplir con mi palabra de renunciar.
“Ya estando aquí, volvimos a proponer a la jueza la renuncia, entonces el gobierno se vio precisado y no le quedó más remedio que acceder. En medio de todo esto, se produce este cambio de posición del gobierno, que también es parte de una batalla. Todas esas emociones vienen juntas: la muerte de mi papá, el encuentro con la familia, estar en la calle con la gente.
Es una mezcla de felicidad, por una parte, porque lograste lo que querías, estar en tu país con tu pueblo, la familia, y por otra la tristeza de que la muerte de mi padre haya sido el catalizador para que se diera este resultado, y me duele que él no haya podido verlo.
“Con esta orden de la jueza no termina todo, hay que seguir trabajando legalmente. Mi libertad es rayito de esperanza para mis hermanos, es una alegría que ellos reciben en la cárcel. La imagen de la unión de mi familia se convierte en una esperanza para ellos cuatro, es la visualización de que esa unión puede ser posible.
“Lo fundamental ahora es mi incorporación a esta lucha, va a hacer mi prioridad una vez que hayamos regularizado todo este asunto de la libertad supervisada. Después que esto suceda buscaremos la manera de incorporarnos a esa ella y hacer el máximo para que se corrija esta injusticia, porque ya la justicia no se puede hacer, y que ellos regresen con nosotros”.
Soy un ciudadano y patriota cubano
“La jueza nos dio un período hasta el día 16 de mayo, hoy hicimos el primer paso de ese proceso que es la solicitud de la renuncia a esa ciudadanía. Lo que queda ya depende de ella. Yo tengo que firmar unos documentos que ellos van a redactar a partir de esa solicitud, y una vez firmados queda en manos del gobierno de Estados Unidos, en este caso del Departamento de Estado, aceptar la renuncia. Entonces ellos antes del día 16 deben emitir una certificación de pérdida de ciudadanía.
“Una vez que esa certificación me sea entregada, se hace efectiva la pérdida de la ciudadanía y entonces yo seré solamente un ciudadano y patriota cubano. Esperemos que antes del día 16, el proceso haya terminado.
“Para hablar de mis 15 años en prisión hace falta otra conferencia de prensa (risas). Es una historia larga, en la que el pueblo cubano se ha visto vinculado a ella. Partes importantes son el apresamiento, el juicio. En un principio fue bastante duro, se nos aplicó el máximo rigor con el propósito de que cediéramos, y eso implicó una demora de dos años para poder empezar el juicio, largo y plagado de irregularidades en la que los fiscales se olvidaron de su sistema legal, actuaron arbitrariamente. Creo que más adelante se podrá ir abundando poco a poco en todo lo sucedió en relación con esos momentos, para no hacer tan larga mi intervención.
“Después enfrentamos la cárcel, que para unos ha sido más dura que para otros, en dependencia de la severidad de la condena y del nivel de seguridad. Es una prueba que enfrentamos con los recursos que teníamos. Cada de uno de nosotros a su manera, yo haciendo ejercicios y leyendo, Antonio como se sabe, comunicándose, haciendo pinturas, poemas. Ramón en su deporte, Fernando estudiando, y Gerardo con ese humor que tiene que lo eleva por encima de cualquier tragedia, pero al mismo tiempo no podemos olvidar que sufriendo la posibilidad de morir en la cárcel.
“Es un proceso duro, pero mi presencia aquí demuestra que se puede enfrentar con toda la moral que nos ha dado el haber crecido aquí y estar defendiendo lo correcto, no solo frente a los fiscales si no también frente a la población carcelaria en general. A nosotros nos ayudó mucho que los presos nos vieran, y no quiere ser inmodesto, pero que nos vieran como gente con dignidad. La dignidad que emanó de esta lucha nos dio en la prisión un status y eso nos permitió a los Cinco pasar esta etapa sin problemas, incluso con el respeto de los carceleros en la mayor parte de los casos.
"Es una experiencia terrible, pero de la que uno si se lo propone puede salir fortalecido. Aquí estoy yo y los otros cuatro con la misma disposición de seguir luchando, pero no podemos olvidar que no lo merecen. Lo importante es que no nos olvidemos que son 15 años, que multiplicados por cuatro son 60 y yo 75 años, en conjunto, de injusticia, robados a cinco familias cubanas, a cinco cubanos que debíamos estar aquí. Lo más importante es seguir luchando para que ellos regresen. Van a resistir, no se van a doblegar, pero tenemos que traerlos”.
Hay que llegar a la opinión pública norteamericana
“A la campaña por la liberación de los antiterroristas cubanos le falta una sola cosa, que la sociedad norteamericana se entere. Hemos logrado unir voluntades de todo el mundo, tenemos amigos que son fuertes, poderosos, que tienen capacidad de transmitir su mensaje, pero todos fuera de Estados Unidos, y aunque muchos de ellos ya están tratando de influir dentro de la sociedad norteamericana, a la campaña le falta que el pueblo de Estados Unidos sepa de los Cinco.
“El pueblo tiene que saber que el gobierno norteamericano nos puso en prisión para defender el terrorismo. Este caso es acerca del derecho del gobierno norteamericano de defender a sus terroristas y para hacerlo nos pusieron a nosotros en prisión e hicieron que una jueza me dijera que el terrorismo era malo pero que no tenía derecho a combatirlo allí. Eso consta en los documentos legales.
“Yo a veces me pongo a pensar y me pregunto qué pasaría si un juez paquistaní juzga a un agente de la CIA que combate contra Al Qaeda, y le dice que él no puede venir a su país a enfrentar el terrorismo y le prohíben acercarse a los terroristas. Me imagino que en Paquistán lo desaparecerían del mapa.
“Reitero, en los documentos legales de este caso, aparece la palabra de una jueza norteamericana diciéndome que combatir el terrorismo no es mi derecho, me dijo que a los terroristas hay que dejarlos tranquilo, que no puedo acercarme a ellos.
“Tenemos que explicarles eso al pueblo de Estados Unidos, y exhortó a los presentes a que accedan por cualquier vía para trasladar lo que conocen a la opinión pública norteamericana, pues precisamente es ella qujien necesita saberlo.
“La sociedad, la intelectualidad, el estamento político norteamericanos tienen que sentir que el caso de los Cinco es importante”.
Por este pueblo renuncié a la ciudadanía del imperio
“Agradezco la generosidad abrumadora de este pueblo. Una de las cosas que más nos afectaba en la cárcel era no poder responder las miles y miles de cartas, pero al mismo tiempo esas cartas eran parte de la protección nuestra en la cárcel. cuando recibíamos la correspondencia en la unidad, era objeto de risa y de broma, porque todos los presos decían: ´ustedes les hace falta un correo aparte¨. Eso les hacía ver que había un mundo que se interesaba por nosotros. Esas cartas de los pioneros, de los niños, a la que no podíamos responder a todos, porque físicamente no es posible hacerlo, nos apoyaron mucho, nos dieron mucho aliento, y frnete al resto de la población penal nos dieron una posición que alimentó el respeto de ellos hacia nosotros.
“En nombre de los Cinco, les pido que nos perdonan por no poder responder, una a una , todas las cartas que nos llegaron. Nos duele no haberlo hecho.
“Yo he tenido la oportunidad de caminar por las calles de Cuba, y uno ve la solidaridad, el cariño, el apoyo y me digo cómo puede corresponder uno a eso. Para una sola persona es imposible corresponder a 11 millones, pero eso nos compromete y la única respuesta es el compromiso con este pueblo por la que acabo de renunciar a la ciudadanía del imperio, porque me siento patriota cubano y estoy identificado con nuestra lucha, con nuestro proyecto, y el ganarnos posiblemente un apoyo que para nosotros a veces es hasta inmerecido, y que ha sido abrumador”.
Lo que necesita Obama es coraje
“La Cuba de ahora la estoy absorbiendo. El año pasado, bromeando con unos muchachos en el Cotorro, le dije me impactaba la cantidad de baches que había en las calles, pero también les dije que la gente mantenía la misma esencia, y eso me alegra. Todos sabemos que hemos pasado por momentos muy difíciles, el periodo especial, lo que significó para Cuba y a pesar de eso se mantiene la solidaridad, el espíritu, el cariño, y eso nos impacta y nos da esperanza.
“Para el presidente Obama, tengo un solo mensaje, una sola palabra, coraje. Es todo lo que él necesita. Es difícil tener coraje cuando se es presidente de los Estados Unidos, no sé por qué, con tanto poder. Lo que se requiere para hacer justicia en este caso es coraje de parte del presidente de los Estados Unidos”.
Ahora solo pienso en hacerme cubano
“No he tenido tiempo para pensar cómo insertarme en el proceso de transformación que tiene lugar en nuestro país, ahora solo pienso en hacerme cubano, tenemos hasta el día 16 para eso. La prioridad son mis cuatro hermanos. La única forma que tengo de pagarle al pueblo cubano por lo que han hecho por nosotros es seguir trabajando, merecerme todo ese cariño. Mientras estudio Economía”.
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