domingo, 9 de junio de 2013

La disciplina mediática y el caso de los Cinco

(texto tomado de La Jiribilla y foto del periodico Trabajadores).
Por Ricardo Alarcón de Quesada
Tributo a Leonard Weinglass
  “Por bondad de Dios tenemos en nuestro país estas tres cosas indeciblemente preciosas: libertad de expresión, libertad de conciencia y prudencia para no ejercer jamás ninguna de las dos.” Mark Twain
La-disciplina-mediatica-y-el-caso-de-los-Cinco.pdf
En la madrugada del sábado 12 de septiembre de 1998, con un aparatoso despliegue de fuerzas, el Buró Federal de Investigaciones arrestó enMiami a Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar,Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y René GonzálezSehwerert. Fueron llevados a un centro de detención federal y, de inmediato, sometidos a confinamiento solitario, en celdas de castigo, aislados del mundo, en lo que allá se conoce como “el hueco”. En tales condiciones habrían de permanecer durante los 17 meses siguientes.
Los Cinco no tenían antecedentes penales, no intentaron escapar o resistir a sus captores, nunca habían violado ley alguna, ni alterado la tranquilidad del vecindario. Pero se les negó la libertad provisional bajo fianza a la espera de un juicio que no comenzaría hasta finales del año 2000 y en el que serían representados por abogados de oficio designados por el tribunal, quienes tuvieron que enfrentar numerosos obstáculos para comunicarse con sus defendidos o para acceder a las evidencias, clasificadas todas como “secretas”, las cuales todavía son reclamadas, al día de hoy, por la defensa.
Ya en la mañana de aquel sábado, la prensa reportaba que oficiales del FBI se habían reunido, para darles cuenta del suceso, con Ileana Ros-Lehtineny Lincoln Díaz-Balart —“legisladores” de prosapia batistiana— y daba inicio contra los Cinco el “tamboreo propagandístico” para usar una expresión deNoam Chomsky.
Los jóvenes, a quienes nadie podía ver o escuchar, serían presentados desde entonces como “peligrosos criminales” cuyo propósito era, nada más y nada menos, “destruir a los EE.UU.”.
Un complicado proceso judicial, el más prolongado de la historia, tras recorrer una empinada senda hasta las puertas, que les fueron cerradas, de la Corte Suprema, está ahora en su etapa final, el procedimiento extraordinario que, en la jerga norteamericana, llaman Habeas Corpus y que debe ser resuelto, ante todo, por la misma Corte que los juzgó en primera instancia.
En junio de 2010, Gerardo presentó su recurso pidiendo la anulación de su condena o que se le permita comparecer ante el tribunal para refutar las falsas acusaciones formuladas en su contra. La Fiscalía se opuso a la solicitud y el tribunal aún no ha respondido.
A mediados del pasado año, su nuevo representante legal, Martin Garbus, introdujo una iniciativa que busca, además, forzar al Gobierno a exhibir evidencias claves hasta ahora ocultas.
.................................................... Seguir en documento pdf................................................

1 comentario:

  1. Es importante aclarar que el texto es tomado de La Jiribilla y la foto del periodico Trabajadores, abrazos cariñosos por replicar!

    ResponderEliminar