(Más abajo, palabras de Ricardo Alarcón de Quesada - En busca de un jurado de millones).
La Habana, 20 de septiembre de 2013
Por Ladyrene Pérez, Mónica Rivero
Esta mañana [ayer] se celebró en la sede nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) el IV Foro de la sociedad civil cubana por la liberación de los Cinco Héroes, convocado por la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU).
El Foro estuvo presidido por Ricardo Alarcón de Quesada, Elio Gámez, vicepresidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP); Lourdes Cervantes, presidenta de la OSPAAL; Elizabeth Palmeiro, Irma Sehwerert, Mirta Rodríguez e Isabel Hernández: familiares de los Cinco; y Soraya Álvarez, Directora General de la ACNU; quienes además, realizaron intervenciones refiriéndose al estado legal del caso de los Cinco y a las acciones solidarias dentro y fuera del país.
“La clausura será breve”, anunció René antes de emitir unas palabras. “Contamos con una sociedad, contamos con una nación, con un pueblo, eso es una ventaja y pesa. (…) Ustedes en este momento representan a la sociedad civil de esta nación. En este encuentro se ha hablado no solo de lo que se ha hecho, sino de lo que falta por hacer, en lo que se ha reconocido que lo más importante es que entendamos que siguen presos. (…) Estamos contra un sistema que cuando se trata de causas políticas ha hecho exhibición de ensañamiento, los Cinco no estamos solos en esto: hace unos días le dimos a la familia de Oscar López Rivera una condecoración. Oscar López Rivera lleva 32 años en la cárcel, y de lo que los fiscales lo acusan (…) es de conspiración sediciosa. Es un ejemplo del nivel de odio que se descargan sobre alguien que se atreve a enfrentarse a su arrogancia, a su sentido de impunidad, y es lo que ha pasado con Cuba y con los Cinco, que representamos precisamente eso: la resistencia de un pueblo que no se ha puesto de rodillas ante la arrogancia. Y eso los enferma, los llena de odio y los hace comportarse según la frase que Silvio nos regalaba tan magistralmente: como bestias ante una luz enceguecedora. Lo digo para que tengamos en cuenta que estamos enfrentando a un monstruo, que no es tarea fácil”.
“Como he dicho en otras ocasiones, el Imperio opera sobre el concepto de costo-beneficio. Obviamente, cuando nos arrestaron pensaron que tendrían un beneficio. En aquellos tiempos pensaron probablemente que ni habría costos. Entonces, la venganza para ellos es un beneficio, proteger a sus terroristas lo consideran un beneficio, castigar a Cuba lo consideran un beneficio… Si nosotros nos hubiéramos plegado, hubieran podido acusar a Cuba de asesinato o de espionaje: otro beneficio. Nosotros nos atravesamos un poco, no cedimos, entonces esos dos últimos beneficios se frustraron, pero permanece la venganza, permanece el utilizar a los Cinco como un arma contra Cuba. Y se trata, para los que estamos empeñados en liberar a nuestros cuatro compañeros, de incrementar los costos para el gobierno norteamericano. Ya hay costos y se aproximan más. (…) ¿Cuál es el trabajo nuestro? Seguir insistiendo en que esos costos se incrementen, hasta que llegue el momento en que ellos saquen la cuenta y digan Este negocio ya no nos da más”.
El Héroe de la República se refirió al éxito de la iniciativa de las cintas amarillas gracias al apoyo masivo y espontáneo de la sociedad cubana, como muestra fehaciente de que son esas acciones las que alcanzan verdadero impacto, a nivel internacional “y como lección para nosotros mismos al demostrarnos lo que somos capaces de hacer por nuestra cuenta, sin una orientación superior”.
Durante el Foro Alarcón lamentó informar que desde el punto de vista legal, la situación ha variado muy poco, y que la censura sobre el caso permanece, evidenciada recientemente con la cancelación y siguiente posposición de una entrevista a Stephen Kimber, autor del libro Lo que hay del otro lado del Mar-La Verdadera Historia de los Cinco Cubanos en la National Public Radio de Miami. “Ante la protesta de muchos oyentes -porque se trata de una cadena pública- decidieron entrevistarlo hoy al mediodía; pero cediéndole el mismo tiempo en el aire a algún personaje miamense que lo contradiga”, explicó Alarcón.
Añadió que “la batalla por liberarlos tiene que llegar a millones de personas, a millones de norteamericanos. Para ellos debemos emplear todos los espacios al máximo, sistemáticamente y con creatividad. Es preciso evadir la repetición constante de consignas (…), la retórica estéril, los discursos formalistas que aburren y cansan. (…) Es preciso motivar con lenguaje que atraiga y emocione, que cada cual lo haga a su manera, desde su perspectiva. Para que el mensaje llegue a millones y sea escuchado, los mensajeros deben ser numerosos y diversos”. Debe entenderse que “Esta no es la batalla de un partido o un gobierno, sino de un pueblo”.
Elio Gámez sistematizó una serie de acciones que serán implementadas como parte de [sic.] l liberar a mi esposo y sus hermanos, que es el sueño de todos”, decía Elizabeth Palmeiro, esposa de Ramón Labañino. Apeló a la colaboración de los amigos de la Revolución cubana dentro y fuera de la Isla, por una causa que defiende a hombres que renunciaron a su proyecto de vida personal para proteger a su pueblo del terrorismo.
Intervinieron además diferentes representantes de organizaciones de la sociedad civil, quienes manifestaron su apoyo a la causa, y su disposición a trabajar con iniciativa y fuerza renovada en la campaña por el regreso de nuestros hermanos prisioneros, por el simple hecho de haber desafiado la arrogancia imperial y luchar por proteger la vida…
Tomado de Cubadebate
Declaración del Cuarto Foro de la Sociedad Civil Cubana por la liberación de los Cinco Héroes
El Cuarto Foro de las organizaciones de la sociedad civil cubana por la liberación de los Cinco Héroes cubanos, reunidos en el marco de la Jornada Mundial por su liberación, reiteramos nuestra denuncia y condena por el injusto encarcelamiento en Estados Unidos, desde hace quince años de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González. Uno de ellos, René González, regresó a Cuba recientemente después de cumplir toda su condena. Sería inadmisible y de una crueldad extrema aplicar la misma regla a los otros cuatro, considerando que sus condenas son mucho más largas y Gerardo Hernández, bajo esa consideración, moriría en prisión.
A los Cinco Héroes cubanos se les impuso excesivas condenas por delitos que nunca fueron probados en un amañado juicio en la propia urbe miamense, en un clima de hostilidad extrema, sin garantías procesales, como han probado los abogados de la Defensa y han reconocido prestigiosas organizaciones internacionales de juristas independientes.
Es escandaloso, que se realizaron pagos secretos del gobierno de EE.UU. a los periodistas, con sede en Miami, que estaban informando sobre el caso de los Cinco cubanos antes y durante el juicio y mientras el jurado deliberaba.
La Fiscalía estadounidense no probó ninguno de los cargos y el tribunal exageró al imponer cadenas perpetuas a acusados que no se habían apoderado ni transmitieron secreto alguno, ni dañaron a los Estados Unidos.
Estos cinco patriotas monitoreaban organizaciones terroristas anticubanas, que han actuado impunemente durante años en Estados Unidos, para prevenir la comisión de actos vandálicos contra Cuba.
El Grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias de las Naciones Unidas el 27 de mayo de 2005, determinó que su privación de libertad era arbitraria y exhortó al gobierno de Estados Unidos a tomar las medidas necesarias para rectificar esa arbitrariedad.
Los héroes cubanos han sido víctimas de tratos y castigos, crueles, inhumanos y degradantes, con la finalidad de quebrar su voluntad y hacer que se confesaran culpables de delitos que jamás cometieron. También sus familiares han sufrido vejámenes y la violación de sus derechos, algunos de ellos han padecido el dolor de no poder visitarlos debido a prohibiciones que les han impuesto las autoridades norteamericanas.
Ante esta injusticia, el Foro de las organizaciones de la sociedad civil cubana tiene la obligación moral, cívica y humanitaria de denunciar el caso de los Cinco, para que se conozcan sus implicaciones internacionales, así como sus aspectos jurídicamente y humanitariamente escandalosos.
El enorme desconocimiento sobre este caso aún existente en la opinión pública internacional y en el pueblo norteamericano propicia que el gobierno de los Estados Unidos pretenda desconocer su responsabilidad sobre la situación de los cuatro antiterroristas cubanos que permanecen prisioneros, no se respeten sus derechos humanos y los de sus familiares.
Las organizaciones de la sociedad civil cubana, solicitamos al pueblo norteamericano, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a escuchar y apoyar nuestra demanda sobre la liberación inmediata de nuestro cuatro hermanos, prisioneros injustamente en cárceles de los Estados Unidos y especialmente desde este Foro, rogamos al Presidente de los EE.UU., Sr. Barak Obama, a poner fin a esta escandalosa infamia, a que afirme la justicia y el derecho en su país y en el mundo, con la liberación inmediata de Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando, que actúe decentemente y honradamente, en consecuencia con sus atribuciones e investidura legal.
El Cuarto Foro de las organizaciones de la sociedad civil cubana por la liberación de nuestros luchadores antiterroristas, expresa su respeto al Presidente de los EE.UU. Sr. Barak Obama por considerar nuestro llamamiento, que es el clamor de hombres y mujeres del leal y aguerrido pueblo cubano.
Sr. Presidente Obama, ¡Quince años es demasiado tiempo para todos!
La Habana, 20 de septiembre de 2013.
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En busca de un jurado de millones
Ricardo Alarcón de Quesada
Si algo puede resultar tedioso es actualizar la situación legal del caso de los Cinco. Me vería obligado a repetir ahora lo que les dije el año pasado. Seguimos esperando que la jueza Lenard se pronuncie sobre las apelaciones colaterales o Habeas Corpus.
La gran prensa norteamericana mantiene su férrea censura y no se da por enterada de un proceso que, en aparente paradoja, tiene en su centro, precisamente, la violación de la ética periodística con la utilización por el Gobierno de un grupo de supuestos periodistas de Miami a quienes pagó y dirigió para convertir el juicio contra nuestros compañeros en una burda farsa que la Corte de Apelaciones de Atlanta describió como “una tormenta perfecta de prejuicios y hostilidad”. La Corte Federal del Distrito de Colombia acaba de emitir una orden para que el Departamento de Estado responda a la demanda que le fue presentada respecto a los documentos relativos a esa conspiración.
Esa muralla de silencio comienza, trabajosamente, a ser horadada por la iniciativa noble y generosa de algunos norteamericanos solidarios. Es el caso, ante todo, de Saul Landau y de Danny Glover.
Lamentaremos siempre la pérdida de Saul. Su documental–“Que el verdadero terrorista, por favor, se ponga de pie”- no fue distribuido en los grandes circuitos pero él lo llevó y presentó en decenas de universidades y centros comunitarios y permitió a muchos conocer la verdad del terrorismo anticubano y la misión heroica de los Cinco. Igual puede afirmarse de los videos y mensajes de Danny.
El importante libro de Stphen Kimber, publicado en Canadá, está siendo presentado en algunas instituciones de Estados Unidos. En Massachusetts, con la participación de Noam Chomsky, lo recibió una numerosa audiencia estudiantil
Por cierto que este autor ha sido eje de un incidente que prueba que en Miami era imposible un juicio justo. Era imposible hace quince años y lo sigue siendo ahora. La filial local de la National Public Radio canceló la entrevista que había acordado con él ante el temor a la reacción hostil de los grupos mafiosos que controlan esa ciudad. Ante la protesta de muchos oyentes, la NPR es un servicio público de carácter nacional, decidieron entrevistarlo hoy pero dándole al mismo tiempo igual espacio a algún personaje que lo contradiga.
La fórmula para conseguir la libertad de Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando la dibujó Gerardo hace ya cierto tiempo. Sólo “un jurado de millones” les hará justicia.
La batalla por liberarlos tiene que centrarse en eso, en llegar con la verdad a millones de personas y sobre todo, a millones de norteamericanos.
Para ello encaramos un obstáculo formidable. No contamos con los grades medios llamados de comunicación que son el vehículo del que depende la mayoría de esas personas para enterarse de lo que sucede en el mundo. Sin dejar de insistir con esos medios para lograr que alguna vez suspendan la censura, es indispensable, absolutamente indispensable, recurrir a otras vías y emplearlas al máximo, sistemáticamente, con agilidad y creatividad.
Es un terreno en que resulta decisiva la acción de las instituciones y los miembros de la sociedad civil. Los que decidan hacerlo libremente y con plena autonomía harían una contribución inestimable a una batalla que necesita un giro radical para que sea verdaderamente eficaz.
Hace falta evadir la repetición mecánica de consignas, los estereotipos, la retórica estéril, el discurso formalista que aburre y cansa. Hay que informar con datos precisos, convencer con argumentos claros, motivar con lenguaje que atraiga y emocione.
Que cada cual lo haga a su manera, desde su perspectiva, con su propio lenguaje. Para que el mensaje llegue a millones, y sea escuchado, los mensajeros tienen que ser numerosos y diversos.
Para que sea convincente, para que mueva realmente al pueblo norteamericano, esta tiene que ser la causa de la sociedad cubana en la que todos seamos protagonistas. Podemos hacerlo. Las cintas amarillas lo demuestran.
IV Foro de la Sociedad Civil por la
Liberación de los Cinco Héroes.
Liberación de los Cinco Héroes.
20 de septiembre de 2013
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