Comité Sueco por la Libertad de los Cinco
Con motivo de la anunciada libertad de Fernando González, hemos evocado la humilde grandeza de un imprescindible en la lucha por la libertad de los Cinco Cubanos, el cineasta Saul Landau. Estando de paso por Estocolmo, Saul conoció a una connotada figura de la cultura en Suecia, el actor y director Etienne Glaser. Saul hoy no está físicamente con nosotros, pero sí lo está el aliado que nos dejó.
Etienne Glaser, uno de los adherentes suecos a la Comisión de Investigación sobre el Caso de los Cinco Cubanos, ha enfrentado con valentía el silencio intencionado y la tergiversación maliciosa de los medios de comunicación oficiales en Suecia. Ha levantado su voz, con un texto de polémica que el matutino Dagens Nyheter ha optado por no publicar. Sin lugar a dudas, la pluma de Etienne nos recuerda la de Saul.
A continuación, el texto de Etienne Glaser:
Pensar que una pequeña nota lo puede sacar a uno de sí...
La tarea periodística implica una situación de insuficiencia constante, es obvio. Es imposible satisfacer la necesidad que tienen todas las personas que sufren de que su realidad sea descrita de forma justa, aunque supliquen constantemente para que así sea. Tomando esto en consideración, he leído en el periódico Dagens Nyheter de hoy una breve nota titulada “Aclamado prisionero cubano liberado”. Aclamado sí, ¡pero por nadie de Dagens Nyheter!
El trasfondo real que nunca se nombró en la noticia derivada de la agencia TT-AFP será sin embargo la temática de un gran tribunal internacional el 7-8 de marzo en Londres, con una serie de altos abogados y políticos de la India, Sudáfrica, Francia y varios otros países, entre ellos Estados Unidos (Ramsey Clark; ex secretario de Justicia) y con el apoyo de personalidades de la cultura como Nadine Gordimer, Günter Grass, John le Carré, Noam Chomsky y otros.
¿Qué es lo que se destacará y se analizará ahí?
Durante más de cuatro décadas los exiliados cubanos de extrema derecha, radicados en Miami, en asociación con correligionarios en los Estados Unidos, perpetraron una serie de ataques con bombas contra el tráfico aéreo a Cuba y contra hoteles turísticos en Cuba. El resultado fueron muchos muertos y muchos heridos. Cuba intentó por vía diplomática y a través de la ONU de detener las actividades terroristas, pero sin éxito.
Producto de esta situación, cinco hombres cubanos decidieron infiltrar esos grupos en Miami. No mataron a nadie, no amenazaron a nadie, no hirieron a nadie. Tuvieron éxito más allá de las expectativas y su extensa documentación fue entregada por el gobierno cubano al FBI. El gobierno de EE.UU. no mostró interés de querer hacer nada al respecto, y la respuesta de los EE.UU. se produjo cuando los Cinco fueron arrestados y acusados de espionaje. Estuvieron recluidos en régimen de aislamiento durante 17 meses, sí, has leído bien, durante 17 meses en espera de ser puestos a disposición de un tribunal.
Esto es sólo el comienzo de la historia de uno de los peores abusos judiciales en los anales bastante considerables de EE.UU. Los Cinco fueron condenados en un tribunal en Miami, y no sirvió de nada que los abogados solicitaron que el juicio se trasladara a un lugar donde el jurado no estuviera bajo la influencia de exiliados cubanos que odian a Castro... No, tenía que ser justo en Miami, y los Cinco fueron condenados (estaba predeterminado) a sentencias carcelarias grotescamente largas, varios de ellos con cadena perpetua, siendo la menor sentencia la de René González con 15 años.
En EE.UU. hay abogados y políticos que han dicho clara y nítidamente que los Cinco cubanos no son culpables de ningún crimen, ni han amenazado la seguridad de EE.UU. Pero por lo general, la opinión pública de EE.UU. no sabe nada de estos atentados contra la justicia. No sabe nada de los "aclamados" Cinco Cubanos.
Tal vez en Dagens Nyheter se ha escrito sobre los Cinco Cubanos y el movimiento internacional que ha crecido cada vez más fuerte, y que ahora ha impulsado en Londres la Comisión de Investigación sobre el Caso de los Cinco Cubanos, a la cual asistirá un grupo de suecos, juristas y personas involucradas en temas de derechos humanos.
En todo caso, la pequeña nota publicada hoy en Dagens Nyheter es un ejemplo poco común de desinformación calificada.
Pero, queridos periodistas, eso bien puede ser remediado.
Etienne Glaser
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