De Página/12
Por Jorge Lamadrid Mascaró *
El regreso a su Patria este viernes 28 de febrero de Fernando González Llort, uno de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos condenados arbitrariamente a largas penas de prisión en Estados Unidos, ha sido motivo de júbilo para sus familiares, su madre y esposa especialmente, sus compañeros de prisión, para las autoridades y para el pueblo cubanos y para todos los que han luchado porque se haga justicia, y pone de relieve al mismo tiempo la magnitud de la soberbia y el odio imperiales hacia Cuba y su invicta Revolución.
La alegría por su ejemplar y largamente esperado retorno, el cariño y la admiración que despierta su inclaudicable firmeza al enfrentarse, junto a sus cuatro compañeros, al brutal ensañamiento de las autoridades estadounidenses y a su obtusa y arbitraria “justicia”, viene acompañada por la indignación que provoca el haber cumplido 15 años, cinco meses y 15 días de ilegal encarcelamiento. La entereza de Fernando se puso de manifiesto a lo largo de esos largos años. Acusado de un supuesto delito menor, su abogado defensor le propuso deslindar su causa de la de sus compañeros, lo que fue rechazado de plano por Fernando. La ambivalencia del regreso fue expresada por él mismo, al afirmar que la felicidad completa llegará cuando los cinco estén libres en su Patria.
Los mundialmente conocidos Cinco Héroes cubanos, Gerardo Hernández Nordelo, Antonio Guerrero Rodríguez, Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert y Fernando González Llort fueron apresados por el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos el 12 de septiembre de 1998. Habían llegado al territorio del estado de la Florida con la tarea de infiltrarse en las organizaciones terroristas que pululaban y pululan allí, integradas por elementos recalcitrantes, agentes y ex agentes de la Agencia Central de Inteligencia, terroristas confesos, asesinos, torturadores, esbirros y sus descendientes, de la tiranía batistiana, que habían sido acogidos en 1959 por las autoridades estadounidenses, bajo cuya responsabilidad, con su participación directa o su complicidad manifiesta, se perpetraron cientos de actos terroristas contra Cuba, como consecuencia de los cuales más de cinco mil quinientas familias cubanas sufren la pérdida de 3478 seres queridos y 2099 familiares incapacitados.
La valiosa información recopilada por los cinco luchadores antiterroristas, que prevenía la ocurrencia de nuevas y muy serias acciones terroristas no sólo contra ciudadanos cubanos, sino de Estados Unidos también, que pusiera fin al baño de sangre impuesto, fue entregada oficial y oportunamente a las autoridades estadounidenses. La reacción de éstas, en una actitud que desnuda ante el mundo su vil condición, fue el aprisionamiento de los cinco cubanos, condenados en junio de 2001 a largas, arbitrarias e ilegales condenas, producto de un juicio amañado y violatorio de la propia Constitución de los Estados Unidos. Los terroristas y asesinos, confesos y no confesos, radicados en territorio estadounidense, nunca fueron tocados.
El regreso a la Patria de Fernando González, como antes, en mayo de 2013 de René González, también con el cumplimiento íntegro de la injusta condena impuesta, es un momento especial para agradecer a los miles de ciudadanos argentinos que han batallado y batallan a diario desde hace muchos años, agrupados en torno al Comité Argentino creado al efecto, y al Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba, exigiendo la inmediata liberación de los cinco luchadores antiterroristas cubanos. Esta justa causa, enarbolada por esos miles de argentinos de bien, junto a innumerables personas de buena voluntad en todo el mundo, avanza ahora con más ardor que antes, hasta lograr la liberación de los tres Héroes cubanos que aún guardan prisión. La reparación histórica, liberándolos, es prerrogativa del gobierno de los Estados Unidos. Es el momento de redoblar el reclamo porque la verdad y la justicia se abran paso.
* Embajador de Cuba en la República Argentina.
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