12 de septiembre de 2011 Antonio Guerrero Rodriguez
Nota de Tony Guerrero, recordando lo ocurrido hace 13 años, trece años de injusta detención, trece años de silencios, trece años de resistencia y lucha solidaria por la libertad de los Cinco.
Queridos amigos:
Yo me levanto, por mi reloj biológico, unos 15 o 20 minutos antes de que abran las puertas cada mañana.
Hoy me sorprendió el áspero ruido del oficial con la llave, abriendo mi celda a las 5:55 a.m. Es una llave no habitual, grande, de mas de 10 centímetros de largo, que siempre accionan con fuerza.
Mi primer pensamiento, inevitablemente, viajo a aquel amanecer de un día como hoy, hace ya 13 años.
De aquellos momentos, en que a la misma hora y en similares condiciones, violentamente nos arrestaron, escribí estos versos.
Yo me levanto, por mi reloj biológico, unos 15 o 20 minutos antes de que abran las puertas cada mañana.
Hoy me sorprendió el áspero ruido del oficial con la llave, abriendo mi celda a las 5:55 a.m. Es una llave no habitual, grande, de mas de 10 centímetros de largo, que siempre accionan con fuerza.
Mi primer pensamiento, inevitablemente, viajo a aquel amanecer de un día como hoy, hace ya 13 años.
De aquellos momentos, en que a la misma hora y en similares condiciones, violentamente nos arrestaron, escribí estos versos.
EN EL ARRESTO DE UN HERMANO
Lo hicieron todo una mañana horrible
de un día doce, despertar violento.
Ni un solo paso hacia la sala oscura
de donde vino el ruido dio. !Al piso!-
dieron la orden con áspera amenaza
y con furor. No es sueño
es realidad- decía
en su interior un eco.
Los brazos a la espalda le llevaron
salvajemente, y apretadas pusieron
en sus muñecas rígidas esposas,
como a un vil bandolero.
Ya en un auto sonó, con recio golpe,
la puerta. No tuvo miedo.
En un auto oficial tirar la puerta
es por algo rotundamente serio.
Ante su firme calma se rompían
todas las tretas para convencerlo
de traicionar su patria,
aceptando lo que no había hecho.
En una celda gris, como una fosa,
termino todo aquello.
Y fue el instante
en que echo a andar el largo y cruel encierro.
de un día doce, despertar violento.
Ni un solo paso hacia la sala oscura
de donde vino el ruido dio. !Al piso!-
dieron la orden con áspera amenaza
y con furor. No es sueño
es realidad- decía
en su interior un eco.
Los brazos a la espalda le llevaron
salvajemente, y apretadas pusieron
en sus muñecas rígidas esposas,
como a un vil bandolero.
Ya en un auto sonó, con recio golpe,
la puerta. No tuvo miedo.
En un auto oficial tirar la puerta
es por algo rotundamente serio.
Ante su firme calma se rompían
todas las tretas para convencerlo
de traicionar su patria,
aceptando lo que no había hecho.
En una celda gris, como una fosa,
termino todo aquello.
Y fue el instante
en que echo a andar el largo y cruel encierro.
Mas tarde mejores pensamientos fueron sustituyendo al de este amanecer.
Imagine a mi hijo Gabriel en su primer dia de clases en la CUJAE.
Recordé el magnifico programa de ayer en la Luz en lo oscuro.
Leí varios mensajes, siempre alentadores, de varios amigos.
Me fui a pintar por algo mas de una hora.
Se que en Cuba y el mundo continuara la batalla por nuestro regreso a casa, a la amada patria.
Es un día mas de injusta prisión.
Imagine a mi hijo Gabriel en su primer dia de clases en la CUJAE.
Recordé el magnifico programa de ayer en la Luz en lo oscuro.
Leí varios mensajes, siempre alentadores, de varios amigos.
Me fui a pintar por algo mas de una hora.
Se que en Cuba y el mundo continuara la batalla por nuestro regreso a casa, a la amada patria.
Es un día mas de injusta prisión.
!Venceremos! - Cinco abrazos
No hay comentarios:
Publicar un comentario