lunes, 19 de marzo de 2012

Tony Guerrero: La rosa roja

Queridos amigos:

No puedo pasar por alto contarles sobre este trascendente hecho.

Ayer, como habitualmente hago en las tardes, me fui a trabajar en un retrato y luego a caminar.

De regreso venia con un cubano, un guajiro que no olvida a su patria, y de repente me dijo: ¡Mira esa rosa!

Hay varias matas de rosas en lo que es el área interior de la prisión, donde uno se mueve entre las diferentes dependencias y los dormitorios.

Y así, frente a mí, una rosa roja en todo su esplendor. El corazón me palpitó lleno de un júbilo inusual. Pueden creer que exagero demasiado, pero no, mi emoción fue genuina e inmensa.

Hacia exactamente trece años, seis meses y dos días que no veía una rosa; o más bien, que no veía una flor en toda su magnitud y belleza. En ninguna de las prisiones que he estado ha habido sembrada algún tipo de planta de flor. Esta es la primera.

Díganmelo ustedes mismos: ¿Trascendente el hecho o no?

Dijo Neruda en su poema LA MEMORIA:

Si se me extravía un rosal
y confundo noche con liebre
o bien se me desmorona
todo un muro de la memoria:
tengo que hacer de nuevo el aire,
el vapor, la tierra, las hojas,
el pelo y también los ladrillos,
las espinas que me clavaron,
la velocidad de la fuga.

Tengan piedad para el poeta.

Cinco abrazos.
¡Venceremos!
Tony Guerrero Rodríguez.
FCI Marianna
15 de marzo de 2012

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