Por Victor M. Carriba
Naciones Unidas, 13 nov (PL) Solo una semana después de la reelección del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Naciones Unidas lanzó hoy su mayor condena de las dos últimas décadas contra el bloqueo de ese país a Cuba.
Naciones Unidas, 13 nov (PL) Solo una semana después de la reelección del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Naciones Unidas lanzó hoy su mayor condena de las dos últimas décadas contra el bloqueo de ese país a Cuba.
La continua exigencia de la Asamblea General de la ONU por el levantamiento de ese cerco fue ratificada en votación abierta por 188 Estados a favor, tres en contra (Estados Unidos, Israel y Palau) y dos abstenciones (Islas Marshall y Micronesia).
Se trata del mayor respaldo recibido por Cuba y del más abrumador rechazo recibido por Estados Unidos desde que comenzaron estas votaciones en la ONU en noviembre de 1992.
En la sesión hablaron una veintena de representantes de países y de organismos regionales, todos para respaldar la condena al asedio estadounidense y demandar su levantamiento.
Únicamente un solitario delegado estadounidense habló desde su escaño para tratar de justificar la vigencia de esas medidas instauradas hace medio siglo.
En su discurso previo a la emisión de los sufragios, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció el persistente recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, en particular de su dimensión extraterritorial.
La resolución adoptada hoy exige el respeto estricto de los principios de la Carta de la ONU, entre ellos la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales.
El canciller cubano recordó que tras su reelección al frente de la Casa Blanca, Obama tiene ahora la oportunidad de iniciar una nueva política hacia Cuba, distinta a la de sus 10 predecesores durante más de medio siglo.
"Será difícil y enfrentará recios obstáculos, pero el presidente conserva las facultades constitucionales que le permitirían escuchar a la opinión pública y generar la dinámica necesaria, mediante decisiones ejecutivas, aún sin pasar por el Congreso", dijo.
"No caben dudas de que sería este un legado histórico", insistió.
Y reiteró a nombre del presidente cubano, Raúl Castro, "la firme voluntad del gobierno de Cuba de avanzar hacia la normalización de relaciones con los Estados Unidos, mediante un diálogo respetuoso, sin condiciones previas, sobre bases recíprocas y de igualdad soberana, sin merma alguna a nuestra independencia y soberanía".
En ese sentido, ratificó a Washington la propuesta de una agenda para un diálogo bilateral dirigido a avanzar hacia la normalización de las relaciones y que incluye el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero.
También contiene la exclusión de Cuba de la arbitraria e ilegítima lista de países terroristas, la abrogación de la Ley de Ajuste Cubano y de la política de pies secos- pies mojados y la compensación por daños económicos y humanos.
Asimismo, la devolución del territorio ocupado por la base naval de Guantánamo, el fin de las agresiones radiales y televisivas y el cese del financiamiento a la subversión interna.
Y como elemento esencial, "la liberación de los Cinco luchadores antiterroristas cubanos, cruel e injustamente presos o retenidos en este país (Estados Unidos)".
Esto último como un acto de justicia o, al menos, una solución humanitaria que "concitaría la gratitud de mi pueblo y la respuesta de nuestro gobierno", puntualizó Rodríguez.
El ministro cubano ofreció al gobierno estadounidense negociar acuerdos de cooperación para enfrentar el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de personas y para la completa regularización de las relaciones migratorias.
Otras esferas mencionadas fueron la prevención y mitigación de desastres naturales, la protección del medio ambiente y los mares comunes y la reanudación de las conversaciones, unilateralmente suspendidas por Washington, sobre temas migratorios y para el restablecimiento del correo postal.
"Como el bloqueo es una política unilateral, deberá cesar unilateralmente", enfatizó Rodríguez, quien aseguró que "no existe ningún motivo legítimo o moral para mantener este bloqueo que está anclado en la Guerra Fría".
Se trata del mayor respaldo recibido por Cuba y del más abrumador rechazo recibido por Estados Unidos desde que comenzaron estas votaciones en la ONU en noviembre de 1992.
En la sesión hablaron una veintena de representantes de países y de organismos regionales, todos para respaldar la condena al asedio estadounidense y demandar su levantamiento.
Únicamente un solitario delegado estadounidense habló desde su escaño para tratar de justificar la vigencia de esas medidas instauradas hace medio siglo.
En su discurso previo a la emisión de los sufragios, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció el persistente recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, en particular de su dimensión extraterritorial.
La resolución adoptada hoy exige el respeto estricto de los principios de la Carta de la ONU, entre ellos la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales.
El canciller cubano recordó que tras su reelección al frente de la Casa Blanca, Obama tiene ahora la oportunidad de iniciar una nueva política hacia Cuba, distinta a la de sus 10 predecesores durante más de medio siglo.
"Será difícil y enfrentará recios obstáculos, pero el presidente conserva las facultades constitucionales que le permitirían escuchar a la opinión pública y generar la dinámica necesaria, mediante decisiones ejecutivas, aún sin pasar por el Congreso", dijo.
"No caben dudas de que sería este un legado histórico", insistió.
Y reiteró a nombre del presidente cubano, Raúl Castro, "la firme voluntad del gobierno de Cuba de avanzar hacia la normalización de relaciones con los Estados Unidos, mediante un diálogo respetuoso, sin condiciones previas, sobre bases recíprocas y de igualdad soberana, sin merma alguna a nuestra independencia y soberanía".
En ese sentido, ratificó a Washington la propuesta de una agenda para un diálogo bilateral dirigido a avanzar hacia la normalización de las relaciones y que incluye el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero.
También contiene la exclusión de Cuba de la arbitraria e ilegítima lista de países terroristas, la abrogación de la Ley de Ajuste Cubano y de la política de pies secos- pies mojados y la compensación por daños económicos y humanos.
Asimismo, la devolución del territorio ocupado por la base naval de Guantánamo, el fin de las agresiones radiales y televisivas y el cese del financiamiento a la subversión interna.
Y como elemento esencial, "la liberación de los Cinco luchadores antiterroristas cubanos, cruel e injustamente presos o retenidos en este país (Estados Unidos)".
Esto último como un acto de justicia o, al menos, una solución humanitaria que "concitaría la gratitud de mi pueblo y la respuesta de nuestro gobierno", puntualizó Rodríguez.
El ministro cubano ofreció al gobierno estadounidense negociar acuerdos de cooperación para enfrentar el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de personas y para la completa regularización de las relaciones migratorias.
Otras esferas mencionadas fueron la prevención y mitigación de desastres naturales, la protección del medio ambiente y los mares comunes y la reanudación de las conversaciones, unilateralmente suspendidas por Washington, sobre temas migratorios y para el restablecimiento del correo postal.
"Como el bloqueo es una política unilateral, deberá cesar unilateralmente", enfatizó Rodríguez, quien aseguró que "no existe ningún motivo legítimo o moral para mantener este bloqueo que está anclado en la Guerra Fría".
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