Organizada por la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, la calle Triana de Las Palmas de Gran Canaria fue escenario este viernes de una concentración para exigir la libertad de los Cinco antiterroristas cubanos prisioneros en EEUU por investigar las operaciones de terrorismo orquestadas desde Estados Unidos contra la república socialista de Cuba. En la acción participaron familiares de Gerardo Hernández y Ramón Labañino radicados en Gran Canaria.
Uno de ellos, Gerardo, es hijo de la canaria Carmen Nordelo, quien nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1932 y, como tantos otros hombres y mujeres de esta tierra, emigró a América en busca de un futuro mejor para ella y su familia. En Cuba, se casó, y allí nacieron sus hijos. Gerardo, el más pequeño, decidió arriesgar su vida para evitar muertes en Cuba llevando a cabo labores de información en Miami.
Como consecuencia de ello, y desde 1998, Gerardo, junto a otros cuatro compañeros, ha estado injustamente preso en cárceles de máxima seguridad de EEUU.
Uno de ellos, Gerardo, es hijo de la canaria Carmen Nordelo, quien nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1932 y, como tantos otros hombres y mujeres de esta tierra, emigró a América en busca de un futuro mejor para ella y su familia. En Cuba, se casó, y allí nacieron sus hijos. Gerardo, el más pequeño, decidió arriesgar su vida para evitar muertes en Cuba llevando a cabo labores de información en Miami.
Como consecuencia de ello, y desde 1998, Gerardo, junto a otros cuatro compañeros, ha estado injustamente preso en cárceles de máxima seguridad de EEUU.
Entre el 17 y 21 de abril se desarrollaron en todo el mundo acciones pidiendo la libertad de los cinco antiterroristas cubanos. El epicentro de estas acciones radicó en la capital estadounidense, frente a la Casa Blanca (foto), donde el pasado sábado se celebró una concentración para exigir su liberación. (ver desarrollo en enlaces siguientes).
Jornada Internacional 5 Días por los Cinco
Toda la gloria, en un pedacito de lápiz
M.L. González
Hay un momento del documental (1) en el que uno siente que la conciencia se agita; que todo lo hecho y lo por hacer es insuficiente, que sólo recuperaríamos una cierta calma si pudiéramos derrumbar los muros y abrir sus celdas; más grandes o más pequeñas, siempre celdas.
Las cartas de Fernando González a su esposa Rosi aparecen en primer plano; se notan mimadas, acariciadas y, ella, las lee suavemente, pero con una fuerza capaz de enfrentar la peor tormenta, la más demoledora, la más perfecta.
El trabajo, del director italiano Alberto Antonio Dandolo, transmite esa misma fuerza, la que refleja casi como un homenaje, en los rostros, en los ojos, en los labios y hasta en las manos cercanas de las mujeres a las que la tormenta atrapó, pero que no se dejaron arrastrar por ella y la están combatiendo desde dentro.
Dandolo hace hablar a las esposas, las hijas y las madres de Los Cinco. Las convierte en la vanguardia de un ejército que enfrenta al enemigo más poderoso con la razón, la entereza y la generosidad que muestran las cartas de Fernando.
En una de tantas, el héroe de la República de Cuba, el revolucionario, y el hombre que se resumen en Fernando González, detalla los pormenores de la vida en una cárcel, cuyos barrotes son incapaces de encerrar la lucha que lo llevó hasta allí y menos aún lo son de encerrar su voz.
Esa voz, en traz os de grafito, es la que hace oír Rosi, dejándonos el eco de la invencible moral que acompaña a Los Cinco:
" Al final de la carta anterior, en la posdata, te comentaba la crisis que estábamos sufriendo aquí con los lápices. Los que teníamos, ya estaban de un tamaño tan pequeño que se hacía bien incómodo, y casi imposible, la escritura con ellos. Te voy a dibujar la silueta de uno de ellos para que tengas una mejor idea.
Esta silueta es hecha real (la cámara de Dandolo se acerca entonces al folio donde aparece dibujada), poniendo el pedacito (de lápiz) y trazando el perfil alrededor de su superficie. No te cuento esto para que llores, ni para que me cojas lástima; mi objetivo es contarte, y que tengas una idea más exacta, cómo son las cosas aquí, cómo es la vida en este lugar".
Fernando González (junto a Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González) lleva, desde 1998, injustamente preso en Estados Unidos por combatir el terrorismo practicado por las organizaciones contrarrevolucionarias de La Florida contra Cuba. Un tribunal de Miami lo condenó a 19 años de cárcel y fue re-sentenciado, en 2009, a 17 años y nueve meses de prisión.
Podría relatar cualquier detalle de sus días en el presidio infame que nunca debió pisar, pero lo que dice es que le resulta dura la vida sin tener un lápiz, un poco grande, con el que escribirle a su compañera.
Y uno, después de verlo, se convence de que es cierto que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, o en un pedacito de lápiz.
Notas:
(1) The Cuban Wives . Director: Alberto Antonio Dandolo.
Italia-Austria 2012.
Toda la gloria, en un pedacito de lápiz
M.L. González
Hay un momento del documental (1) en el que uno siente que la conciencia se agita; que todo lo hecho y lo por hacer es insuficiente, que sólo recuperaríamos una cierta calma si pudiéramos derrumbar los muros y abrir sus celdas; más grandes o más pequeñas, siempre celdas.
Las cartas de Fernando González a su esposa Rosi aparecen en primer plano; se notan mimadas, acariciadas y, ella, las lee suavemente, pero con una fuerza capaz de enfrentar la peor tormenta, la más demoledora, la más perfecta.
El trabajo, del director italiano Alberto Antonio Dandolo, transmite esa misma fuerza, la que refleja casi como un homenaje, en los rostros, en los ojos, en los labios y hasta en las manos cercanas de las mujeres a las que la tormenta atrapó, pero que no se dejaron arrastrar por ella y la están combatiendo desde dentro.
Dandolo hace hablar a las esposas, las hijas y las madres de Los Cinco. Las convierte en la vanguardia de un ejército que enfrenta al enemigo más poderoso con la razón, la entereza y la generosidad que muestran las cartas de Fernando.
En una de tantas, el héroe de la República de Cuba, el revolucionario, y el hombre que se resumen en Fernando González, detalla los pormenores de la vida en una cárcel, cuyos barrotes son incapaces de encerrar la lucha que lo llevó hasta allí y menos aún lo son de encerrar su voz.
Esa voz, en traz os de grafito, es la que hace oír Rosi, dejándonos el eco de la invencible moral que acompaña a Los Cinco:
" Al final de la carta anterior, en la posdata, te comentaba la crisis que estábamos sufriendo aquí con los lápices. Los que teníamos, ya estaban de un tamaño tan pequeño que se hacía bien incómodo, y casi imposible, la escritura con ellos. Te voy a dibujar la silueta de uno de ellos para que tengas una mejor idea.
Esta silueta es hecha real (la cámara de Dandolo se acerca entonces al folio donde aparece dibujada), poniendo el pedacito (de lápiz) y trazando el perfil alrededor de su superficie. No te cuento esto para que llores, ni para que me cojas lástima; mi objetivo es contarte, y que tengas una idea más exacta, cómo son las cosas aquí, cómo es la vida en este lugar".
Fernando González (junto a Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González) lleva, desde 1998, injustamente preso en Estados Unidos por combatir el terrorismo practicado por las organizaciones contrarrevolucionarias de La Florida contra Cuba. Un tribunal de Miami lo condenó a 19 años de cárcel y fue re-sentenciado, en 2009, a 17 años y nueve meses de prisión.
Podría relatar cualquier detalle de sus días en el presidio infame que nunca debió pisar, pero lo que dice es que le resulta dura la vida sin tener un lápiz, un poco grande, con el que escribirle a su compañera.
Y uno, después de verlo, se convence de que es cierto que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, o en un pedacito de lápiz.
Notas:
(1) The Cuban Wives . Director: Alberto Antonio Dandolo.
Italia-Austria 2012.
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