Publicado el 4 septiembre, 2014 • 14:47
por Raiza Arango
Fotos: José Ramón Robleda


Un momento íntimo y especial para Giustino fue cuando se rindió un minuto de silencio ante la tarja que señala el lugar donde su hijo cayó mortalmente herido. Haymel Espinosa, presidenta de la Asociación de Familiares Víctimas del Terrorismo, expresó que la organización continuará la lucha contra los sabotajes que pretenden realizar a nuestro país, y que la muerte de Fabio Di Celmo ya forma parte de la historia de Cuba.
En 1997 detonaron explosivos en dos empresas turísticas cubanas en México y Nassau, y estallaron otras bombas en varios hoteles de La Habana y Varadero, a la vez que fracasaba el complot de asesinato contra Fidel Castro en la Cumbre Iberoamericana de Isla Margarita, en Venezuela.

La bomba fue colocada por el mercenario salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León, quien en el juicio de marzo de 1999 confesó que Francisco Chávez Abarca, El Panzón, lo contrató cuando trabajaba en una agencia de alquiler de autos en San Salvador.
El Panzón fue la mano derecha en aquella campaña tenebrosa de Luis Posada Carriles, el terrorista más conocido del continente, convertido en héroe en Miami. ‘’Ese italiano estaba en un lugar y en un momento equivocado, pero yo duermo como un bebé’’, declaró el asesino que hoy anda libre por las calles de Estados Unidos, protegido por el Gobierno de ese país.
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